MELBOURNE (AP) — Novak Djokovic no quiso volver a hablar —ni siquiera discutir en detalle— sobre lo que aludió el viernes que fue una entrevista concedida meses atrás a la revista GQ, en la que recordó haber tenido “niveles altos de metales pesado” en su sangre por la comida que le sirvieron mientras estaba detenido antes de ser deportado de Australia en 2022.
“Preferiría no hablar más en detalle sobre eso, ya que me gustaría concentrarme en el tenis y en por qué estoy aquí”, dijo Djokovic antes del Abierto de Australia, que comienza el domingo.
“Si quieres ver lo que he dicho y obtener más información al respecto, siempre puedes volver al artículo”, comentó Djokovic sobre el artículo publicado online esta semana.
Djokovic trabaja con Andy Murray como su entrenador en Australia en un intento por convertirse en el primer jugador en la historia del tenis con 25 títulos de Grand Slam individuales.
En un amplio artículo de GQ que cubrió varios temas, Djokovic habló sobre lo que sucedió hace tres años, cuando no estaba vacunado contra el COVID-19 y fue expulsado de Australia.
“Tuve algunos problemas de salud. Y me di cuenta de que en ese hotel en Melbourne, me alimentaron con comida que me envenenó”, dijo. “Hice algunos descubrimientos cuando regresé a Serbia. Nunca se lo dije a nadie públicamente, pero... tenía un nivel realmente alto de metal pesado. Metal pesado. Tenía... niveles muy altos de plomo y mercurio”.
El serbio de 37 años no respondió directamente al final de la conferencia de prensa del viernes cuando se le preguntó si tenía alguna evidencia que vinculara los niveles de sangre que describió a GQ con la comida que comió en detención.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.