QUITO (AP) — Por primera vez desde la pandemia de COVID-19, los alumnos de primaria y secundaria de cuatro provincias de Ecuador deben usar obligatoriamente tapabocas por un brote de tosferina que ya dejado más de 320 contagiados.
Unos 2,23 millones de estudiantes deberán mantener esa protección durante al menos dos meses en las provincias de Pichincha —cuya capital es Quito y está en las últimas jornadas del ciclo escolar—, Guayas, Manabí y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde las clases comenzaron el lunes.
En abril las autoridades sanitarias detectaron un brote de tosferina, una enfermedad respiratoria altamente contagiosa y que supone un alto riesgo para los niños. Ante ello, el gobierno dispuso también campañas de vacunación masiva, especialmente dirigidas a los menores de edad.
El Ministerio de Educación ha ordenado que las instituciones educativas se conviertan en centros de vacunación, reporten casos sospechosos a fin de imponer protocolos de cuarentena y que pidan autorización a los padres para que los niños puedan ser inmunizados.
También deben usar barbijo los profesores y personal administrativo.
“Tenemos que empezar a usar mascarilla nuevamente, ahora por la tosferina, los virus nos están atacando muy seguido”, dijo a The Associated Press María Jiménez, madre de un estudiante de 8 años.
De acuerdo con datos del Ministerio de Salud se han registrado 321 casos de tosferina, la tercera parte de ellos en Guayas, cuya capital es Guayaquil.
Ecuador está dividido en dos ciclos de estudio que inician sus actividades en períodos diferentes, el primero de la sierra y Amazonia, donde están 16 provincias, y el de la costa y Galápagos, donde se encuentran otras ocho provincias.