QUITO (AP) — Organizaciones sociales y sindicalistas ecuatorianos rechazaron el jueves la adjudicación del mayor campo petrolero del país a un consorcio chino-canadiense y advirtieron que realizarán movilizaciones, demandas legales y otras acciones de protesta.
Las autoridades informaron a inicios de semana la adjudicación sin licitación y por 20 años del campo petrolero Sacha al consorcio en el que está la transnacional Sinopetrol. Argumentaron que el campo tiene más de medio siglo y su infraestructura está al límite de su vida útil, lo que requiere de importantes inversiones económicas que no pueden ser asumidas por el Estado.
“Vamos a defender el campo Sacha, es una clara afectación al pueblo ecuatoriano”, dijo en rueda de prensa José Villavicencio, presidente de la organización sindical Unión General de Trabajadores.
Consultado por The Associated Press sobre las acciones a emprender, Villavicencio afirmó que presentarán en los próximos días ante la Contraloría del Estado y la Corte Constitucional demandas por lo que llamó “una clara violación constitucional al entregar a dedo el campo Sacha”.
Las movilizaciones serán acordadas el jueves entre más de dos decenas de organizaciones que incluyen a estudiantes, comerciantes y trabajadores que fueron convocados a una asamblea de protesta.
Sacha, ubicado en la Amazonía ecuatoriana, es considerado uno de los mejores campos cuya producción supera los 77.000 barriles diarios de un crudo liviano. Cuenta con 50 pozos ubicados en una superficie de 355 kilómetros cuadrados y tiene reservas probadas por 367 millones de barriles de petróleo y 96 millones de pies cúbicos de gas.
“Lo que acaban de pactar es lo más lesivo que se haya pactado contra los intereses del propio Estado ecuatoriano”, dijo David Almeida, secretario general de la Asociación de Trabajadores de Empresas de Energía y Petróleo y aseveró que “en este proceso de adjudicación se estiman pérdidas en 8.000 millones de dólares”.
Pedro Bermeo, vocero del colectivo ambientalista Yasunidos, afirmó a la AP que existen caminos jurídicos ante la Corte Constitucional y otras instancias “para detener este atraco porque se está regalando más del 80% de la producción del mejor crudo que tiene el país”.
Según las autoridades la adjudicación permitirá de Sacha un ahorro de 3.500 millones de dólares en costos operativos y de mantenimiento que se requieren con el compromiso de Sinopetrol de aumentar la producción a 100.000 barriles diarios.
El consorcio está integrado por las empresas Amodaimi Oil Company S.L, subsidiaria de la china Sinopec, y Petrolia Ecuador, filial de la canadiense New Stratus Energy.
El presidente Daniel Noboa dijo la víspera que espera que en seis días el consorcio entregue un bono inicial acordado antes de la suscripción del contrato de adjudicación, aunque días antes la ministra de Energía, Inés Manzano, aseguró que la firma se daría en poco más de tres semanas.
“Si no responden con la urgencia que el pueblo ecuatoriano merece, analizaremos otras opciones”, advirtió el mandatario señalando que ese bono se destinará a seguridad, salud e inversión social.
Su afirmación se da en medio de un proceso electoral en el que participa como candidato al balotaje del próximo 13 de abril frente a la izquierdista Luisa González.