ROMA (AP) —
El papa Francisco dijo el sábado a los burócratas del Vaticano que dejen de hablar mal unos de otros, empleando una vez más su mensaje navideño anual para reprender las puñaladas por la espalda y los chismes entre sus colaboradores más cercanos.
Con voz congestionada y aparentes dificultades para respirar, el papa, que acaba de cumplir 88 años, instó a los prelados a hablar bien los unos de los otros y a emprender un humilde examen de conciencia durante la temporada de vacaciones de Navidad.
“Una comunidad eclesiástica vive en armonía alegre y fraternal en la medida en que sus miembros caminan en la vida de la humildad, renunciando a pensar mal y hablar mal de los demás”, dijo Francisco. “El chisme es un mal que destruye la vida social, enferma el corazón de las personas y no lleva a nada. La gente lo dice muy bien: el chisme es cero”.
“Estén atentos a esto”, añadió.
A estas alturas, el discurso anual de Francisco a los sacerdotes, obispos y cardenales que trabajan en la Curia Vaticana se ha convertido en una lección de humildad —y humillación—, ya que Francisco ofrece una reprimenda pública sobre algunos de los pecados en la labor de la sede de la Iglesia Católica.
En la edición más mordaz, en 2014, Francisco enumeró las “15 enfermedades de la Curia”, en las que acusó a los prelados de usar sus carreras en el Vaticano para obtener poder y riqueza. Los acusó de vivir dobles vidas “hipócritas” y de olvidar —debido al “Alzheimer espiritual”— que se supone que deben ser hombres de Dios alegres.
En 2022, Francisco les advirtió sobre el diablo que acecha entre ellos, diciendo que es un “demonio elegante” que trabaja en personas que tienen una forma rígida y santurrona de vivir la fe católica.
Este año, Francisco retomó un tema que ha comentado a menudo: los chismes y hablar mal de las personas a sus espaldas. Fue una referencia al ambiente a veces tóxico en entornos cerrados como el Vaticano o lugares de trabajo donde circulan los chismes y críticas de oficina.
Desde hace mucho, Francisco ha aceptado debates francos y abiertos e incluso ha aceptado críticas a su propio trabajo. Pero ha instado a los críticos a decírselo en su cara, y no a sus espaldas.
La cita anual da inicio al ocupado calendario navideño de Francisco, este año aún más arduo debido al inicio del Año Santo del Vaticano en Nochebuena.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.