SAN SALVADOR (AP) — La Corte Suprema de Justicia de El Salvador inició los tramites de extradición desde Estados Unidos de un coronel de las fuerzas armadas en retiro acusado de participar en el asesinato de cuatro periodistas holandeses en 1982 mientras cubrían la guerra civil en el país centroamericano.
El abogado Pedro Cruz, de la Asociación Salvadoreña para los Derechos Humanos (Asdehu), informó el jueves que recibió la notificación de la decisión de la Corte Suprema de ordenar los trámites ante Estados Unidos, donde reside el excoronel Mario Reyes Mena.
Reyes Mena, de 85 años, fue un coronel que encabezó la Cuarta Brigada de Infantería de El Salvador durante el conflicto civil. Esa unidad, y Reyes Mena en particular, fueron declarados responsables de las muertes de los periodistas por una Comisión de la Verdad de Naciones Unidas, establecida en 1992 como parte del acuerdo de paz que puso fin a la guerra civil en El Salvador.
Según el abogado, una resolución de un juzgado del departamento de Chalatenango, donde ocurrió el asesinato, da cuenta de que la Corte envió un oficio penal y se decidió darle trámite a la petición de extradición. La orden de detención contra los militares se emitió en octubre de 2022.
En marzo de 2022, familiares y representantes del gobierno de Holanda y de la Unión Europea exigieron a El Salvador que lleve ante la justicia a los responsables del asesinato de los periodistas holandeses Jan Kuiper, Koos Koster, Hans ter Laag y Joop Willemsen, que fue documentado por la Comisión de la Verdad de las Naciones Unidas.
Dicha comisión compiló los crímenes cometidos en El Salvador durante los 12 años de guerra civil, entre 1979 y 1992.
Este crimen, como tantos otros perpetrados durante ese periodo, no fue investigado y los culpables nunca fueron procesados debido a una Ley de Amnistía General promulgada en el gobierno del expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994) pocos días después de darse a conocer el informe de la Comisión de la ONU, que calificó el asesinato de los periodistas como un crimen de lesa humanidad.
En su informe, la comisión de la ONU concluyó que hay plena evidencia de que el asesinato fue consecuencia de una emboscada planeada por Reyes Mena con el conocimiento de otros oficiales, basándose en un reporte de inteligencia que los alertó de la presencia de los periodistas.
Días antes del asesinato, agentes de la Policía de Hacienda, vestidos de civil, llevaron a los reporteros a su cuartel para interrogarlos tras enterarse de que habían estado en contacto con guerrilleros.
En octubre de 2024, un hermano de uno de los periodistas holandeses asesinados en 1982, demandó ante la corte federal estadounidense de Alexandria, al coronel Reyes Mena que ha vivido por décadas en los suburbios del norte de Virginia.
La demanda busca el pago de una cantidad no especificada por daños y perjuicios contra el militar, además de una declaración donde se le haga responsable del asesinato de Jan Kuiper y de otros tres periodistas holandeses.
El abogado dijo que la vista pública de este juicio aún no tiene una fecha establecida por lo que espera que, con este avance, fijen una fecha de apertura de juicio.
El exministro de la Defensa Nacional, el general José Guillermo García y el ex director de la extinta Policía de Hacienda, el coronel Francisco Antonio Moran, también son acusados del delito de asesinato como autores mediatos. Desde octubre de 2022 los dos, ya ancianos, han permanecido en un hospital privado de la capital bajo custodia policial.
En enero de 2016, el exministro García fue deportado de Estados Unidos luego de que un juez lo declarara responsable de graves violaciones a derechos humanos durante los primeros años del conflicto armado interno en El Salvador.
Otros militares como el exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el general Rafael Flores Lima y el sargento Mario Canizales Espinoza, también fueron acusados de participar en la comisión del crimen, pero tras el fallecimiento de ambos la justicia los sobreseyó por muerte. Según las investigaciones, el sargento Canizales Espinoza dirigía la patrulla que perpetró la emboscada y la masacre de los periodistas.