Kristin Crowley fue ascendida a jefa de bomberos de Los Ángeles en 2022, en un momento de agitación en un departamento consumido por quejas de novatadas humillantes, discriminación y acoso desenfrenados entre sus 3.400 miembros. Como bombera de larga trayectoria, el entonces alcalde la retrató como una fuerza estabilizadora.
Tres años después, la relación entre Crowley y el Ayuntamiento ha cambiado.
El incendio en Pacific Palisades —que ha quemado más de 5.000 estructuras para convertirse en el más destructivo en la historia de la ciudad— ha puesto a los líderes a la defensiva y llevó a Crowley a participar en una disputa pública con la alcaldesa Karen Bass sobre los recursos, incluso mientras la batalla contra las llamas continúa en toda el área de Los Ángeles.
Crowley criticó públicamente a la ciudad el viernes por los recortes de presupuesto que, dijo ella, han dificultado que los bomberos hagan su trabajo en un momento en que reciben más llamadas. También culpó a la ciudad por el agotamiento del agua el martes, cuando aproximadamente el 20% de los hidrantes utilizados para combatir el incendio de Palisades se quedaron sin este recurso.
“No soy política. Soy una funcionaria pública. Mi trabajo como jefa de bomberos del Departamento de Bomberos de la ciudad de Los Ángeles es asegurarme de que nuestros bomberos tengan exactamente lo que necesitan para realizar su trabajo”, declaró a CNN.
Sus comentarios y su aparente disputa con Bass provocaron tal especulación sobre su permanencia en el puesto que el sindicato emitió un comunicado el viernes en el que aseguraba a los miembros de base que no había sido despedida.
Al día siguiente, la alcaldesa intentó que la tensión disminuyera.
“Déjenme ser clara en algo: la jefa de bomberos y yo estamos enfocadas en combatir estos incendios y salvar vidas, y cualquier diferencia que podamos tener será resuelta en privado”, dijo Bass en una conferencia de prensa. “Pero en este momento nuestra primera y más importante obligación con los angelinos es superar esta crisis”.
Esto ocurrió después de varios días en los que Crowley se vio arrastrada a la refriega nacional por cuestiones de políticas de diversidad, equidad e inclusión que los conservadores creen que han ido demasiado lejos en las instituciones estadounidenses. Crowley, quien es abiertamente gay y la primera jefa de bomberos de la ciudad, ha hecho que diversificar el departamento abrumadoramente masculino sea una prioridad.
“Lo que estamos viendo (era) en gran medida prevenible”, expuso la presentadora Megyn Kelly en su programa de entrevistas. “La jefa de bomberos de Los Ángeles no ha hecho que llenar los hidrantes sea su máxima prioridad, sino la diversidad”.
No hay evidencia de que los esfuerzos de Crowley por diversificar al departamento hayan obstaculizado la lucha contra el fuego. El Departamento de Agua y Energía de Los Ángeles está a cargo de proporcionar agua para los hidrantes, y sus líderes han reportado que estaban abrumados por la intensa demanda de un sistema municipal no diseñado para combatir incendios extensos, en particular porque los aviones de extinción de incendios tuvieron que permanecer en tierra. El gobernador Gavin Newsom ha ordenado una investigación sobre lo sucedido, y la propia Crowley se sumó a las críticas.
“Cuando un bombero llega a un hidrante, esperamos que haya agua”, dijo durante una entrevista con un medio de comunicación local.
Adam K. Thiel, director general de la ciudad de Filadelfia, quien anteriormente se desempeñó como comisionado de bomberos de esa ciudad, sugirió que las personas guarden sus juicios hasta que se puedan investigar los incendios. Señaló que los bomberos no pueden controlar el clima —un factor clave en la lucha contra los incendios.
“La labor de bombero, para una persona normal, probablemente parezca un proceso relativamente sencillo de echar agua al fuego”, dijo Thiel, quien conoce a Crowley y elogió su experiencia. “En realidad, cada operación de lucha contra incendios, en cualquier entorno, es inherentemente volátil, incierta, compleja y ambigua”.
El exalcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, nombró a Crowley para el puesto en medio de quejas de una cultura similar a la de las fraternidades universitarias en el departamento que a veces era hostil hacia las mujeres y las minorías. Varias demandas alegaron novatadas humillantes y acoso, y los investigadores federales encontraron evidencia de discriminación.
Cuando Crowley prestó juramento, las mujeres representaban sólo el 3,5% de los miembros uniformados, una cifra que no es inusual para un departamento. Una encuesta encontró que la mitad de las mujeres uniformadas del departamento —junto con el 40% de los negros y de los nativos hawaianos y de las islas del Pacífico— opinaban que el acoso era un problema.
Crowley, cuya esposa es una bombera jubilada, declaró al periódico Los Angeles Times, en 2022, que planeaba asegurarse de que todos los empleados “llegaran a trabajar y se sintieran seguros y se sintieran escuchados”.
Dos años después, enfrentaba recortes de presupuesto que, advirtió, podían obstaculizar la capacidad del departamento para responder a las emergencias, incluidos los incendios forestales. Destacó la eliminación de puestos civiles y 7 millones de dólares en pago de horas extras.
La reducción de las horas extras ha limitado la capacidad del departamento para prepararse y capacitarse para “emergencias a gran escala” —como incendios extendidos y terremotos— y programas como las operaciones aéreas, dijo Crowley. El departamento también ha perdido mecánicos, lo que ha provocado retrasos en la reparación de la flota de vehículos, agregó.
Otros funcionarios de la ciudad reportaron que el presupuesto del departamento se incrementó posteriormente, pero no está claro cuánto de eso se destinó a recursos para combatir incendios. Bass ha dicho que el departamento tiene los recursos necesarios para hacer su trabajo y que abordará los detalles una vez que la crisis disminuya.
Crowley, quien creció en Green Bay, Wisconsin, llegó a la lucha contra incendios después de lo que ella calificó como “una trayectoria realmente singular”.
Atleta en la secundaria y la universidad, estudió Biología en el College de Santa María, en Notre Dame, Indiana, con planes de convertirse en cirujana ortopédica. Dos semanas después de graduarse, se mudó a California.
Una temporada en la que trabajó como paramédica cambió su trayectoria profesional. Hizo una pasantía en el departamento de bomberos y quedó enganchada.
“Eso fue todo”, le dijo a la estación WBAY-TV, en Green Bay, en marzo de 2022. “A los pocos segundos de haber entrado en la estación de bomberos, sentí una conexión maravillosa con lo que había experimentado como estudiante-atleta durante la mayor parte de mi vida, y te digo: fue un ajuste perfecto”.
Crowley ya ha estado un cuarto de siglo en el departamento y ha desempeñado casi todos los puestos, incluidos el de supervisora de prevención de incendios, ingeniera y jefa de batallón. Garcetti había descrito a Crowley no solo como pionera, sino como la persona más calificada.
“La protección de nuestra ciudad, como prioridad, debe estar a cargo del ser humano que esté mejor capacitado para liderar. Pero quiero ser claro: esa persona es Kristin Crowley”, dijo.
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El periodista de The Associated Press Zeke Miller contribuyó a este despacho desde Washington.