El expresidente boliviano Evo Morales dio a conocer el jueves su alianza con una fuerza política alineada a la izquierda y poco conocida para poder participar como candidato a presidente en las elecciones de agosto ante las disputas internas en su partido de siempre y pese al fallo constitucional que le impide volver a presentarse en unos comicios presidenciales.
Morales, sobre quien pesa una orden de detención por presunto abuso a una menor de 15 años en su etapa como presidente, renunció a participar en las próximas elecciones con el Movimiento al Socialismo —las siglas con las que gobernó por más de 13 años— y anunció el jueves que lo hará en alianza con el Frente para la Victoria.
Hay un fallo constitucional que le impide ser candidato debido a que hace prevalecer la Constitución del país, que no le permite una nueva reelección, así como una resolución del Tribunal Supremo Electoral que entregó la dirigencia del partido oficialista al sector afín al presidente Luis Arce, con quien Morales está en disputa pese a haberlo designado como heredero político.
“Ya tenemos partido, Frente Para la Victoria… No hay ningún condicionamiento, es para recuperar la patria”, señaló Morales en conferencia de prensa desde el Chapare, al centro de Bolivia, donde esta atrincherado desde hace cuatro meses para evitar a la justicia.
El Frente Para la Victoria es una fuerza política reconocida desde febrero de 2009 por el Tribunal Electoral. Es un partido pequeño que obtuvo en los comicios de 2020 un 1,54% de la votación a nivel nacional y no ha logrado ningún representante pero sí mantener la sigla vigente.
Morales había realizado reuniones con representantes de varios partidos y el Frente para la Victoria estaba entre las últimas opciones.
Eliseo Rodríguez , representante de esta fuerza, a quien no se lo había visto cerca de Morales en ocasiones anteriores, tomó protagonismo al anunciar la alianza con el exgobernante.
"Vamos a estar hasta tomar el poder, venga lo venga; pase lo que pase. Aquí vamos a estar”, expresó en medio de aplausos de los seguidores de Morales.
El exmandatario, de 65 años, gobernó tres periodos continuos (2006-2019) y ahora busca un cuarto mandato, pero existe un fallo constitucional que le cierra las puertas a una nueva reelección.
A ello se suma que tiene un proceso judicial en su contra y una orden de detención por no presentarse a declarar ante la justicia por el caso de presunto abuso a una menor de 15 años que resultó embarazada en 2016 cuando él era mandatario.
“Quieren proscribirnos, pero no podrán”, señaló Morales, quien después del anuncio festejó el acuerdo bailando en la sede de una radio cocalera.
Morales perdió el año pasado el liderazgo del partido gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS), que actualmente está en manos de una dirigencia leal al presidente Luis Arce. Las disputas entre ambos han divido a esa fuerza, que ha ocupado el poder por 18 años y ahora corre el riesgo de perder su hegemonía.
Morales anunció días atrás que cuando inscriba su candidatura llegará a La Paz, desde el Chapare, en un marcha con miles de personas.
Según las leyes electorales, Morales podría inscribirse como candidato pero en el proceso de depuración podría ser impugnado y es el Tribunal Supremo Electoral el que definirá su inhabilitación.
"Tendrá una hermosa respuesta”, adelantó el vocal del Órgano Electoral Tahuichi Tahuichi, recientemente a los medios.
En tanto, la nueva dirigencia del MAS ha anunciado que en marzo decidirá quiénes serán sus candidatos. Arce ha sumado apoyo de sus partidarios pero su popularidad está baja y en varios eventos públicos ha sido abucheado ante la crisis económica que acecha al país.