TALLAHASSEE, Florida, EE.UU. (AP) — Enterrados entre los cuidados campos de golf y los extensos suburbios de Florida se encuentran los artefactos de su pasado relacionados con la esclavitud: cementerios olvidados de personas esclavizadas, estatuas de soldados confederados que aún vigilan las plazas de las ciudades, antiguas plantaciones transformadas en modernas urbanizaciones que conservan el mismo nombre. Pero muchos estudiantes no aprenden este tipo de historia de los negros en las aulas de Florida.
En un viejo bungaló de madera en Delray Beach, Charlene Farrington y su personal reúnen a grupos de adolescentes los sábados por la mañana para enseñarles lecciones que le preocupa que las escuelas públicas no les proporcionarán. Hablan sobre las raíces caribeñas del sur de Florida, la oscura historia de linchamientos del estado, cómo la segregación aún moldea el entorno y cómo los activistas de base activaron la acción del Movimiento por los Derechos Civiles para acabar con generaciones de opresión.
“Tienen que saber cómo sucedió en el pasado para que puedan decidir cómo quieren que vuelva a ocurrir”, dijo a sus estudiantes sentados en sus pupitres, mientras la luz de la mañana iluminaba fotografías históricas en las paredes.
Los estudiantes de Florida renuncian a sus mañanas de sábado para aprender sobre la historia afroestadounidense en el Museo del Patrimonio Cultural Spady, en Delray Beach, y en programas similares en centros comunitarios en todo el estado. Muchos son mantenidos por iglesias negras, que, durante generaciones, han ayudado a forjar la identidad cultural y política de sus feligreses.
Desde que la institución religiosa Faith in Florida (Fe en Florida) desarrolló sus propios materiales y herramientas de historia negra el año pasado, más de 400 congregaciones se han comprometido a enseñar las lecciones, dice el grupo de defensa.
Florida ha requerido que las escuelas públicas enseñen historia afroestadounidense desde hace 30 años, pero muchas familias ya no confían en que el sistema educativo del estado aborde aceptablemente el tema.
Según las propias métricas del estado, solo una docena de distritos escolares de Florida han demostrado excelencia en la enseñanza de la historia de los negros al proporcionar evidencia de que incorporan el contenido en las lecciones a lo largo de todo el año escolar y obtienen el respaldo de la junta escolar y los aliados comunitarios.
Funcionarios de distritos escolares de toda Florida dijeron a The Associated Press que aún cumplen con el mandato estatal de enseñar sobre la experiencia de la esclavitud, la abolición y las “contribuciones vitales de los afroaestadounidenses para construir y fortalecer la sociedad estadounidense”.
No obstante, una queja común de los estudiantes y de los padres es que las lecciones parecen limitadas a figuras heroicas como el reverendo Martin Luther King Jr. y Rosa Parks, y rara vez se extienden más allá del Mes de la Historia Negra, cada febrero.
Cuando el hijo mayor de Sulaya Williams comenzó la escuela, no encontró la enseñanza integral que quería para él en su área. Entonces, en 2016, lanzó su propia organización para enseñar la historia de los negros en entornos comunitarios.
“Queríamos asegurarnos de que nuestros hijos conozcan nuestras historias para poder transmitirlas a sus hijos”, dijo Williams.
Ahora Williams tiene un contrato para enseñar clases sabatinas en una biblioteca pública en Fort Lauderdale, y su hija de 12 años, Addah Gordon, invita a sus compañeros de clase a unirse a ella.
“Siento que realmente aprendo (sobre) mi cultura. Como si aprendiera lo que hicieron mis antepasados”, reportó Addah. “Y la mayoría de la gente no sabe lo que hicieron”.
Los legisladores estatales aprobaron por unanimidad el requisito de enseñar historia afroestadounidense en 1994 en un momento de expiación debido a la historia de Florida.
Los historiadores comisionados por el estado acababan de publicar un informe oficial sobre el ataque mortal a la ciudad de Rosewood, en 1923, cuando una turba blanca arrasó con la comunidad mayoritariamente negra y expulsó a sus residentes. Cuando la Legislatura de Florida aprobó una compensación financiera para los sobrevivientes y descendientes de Rosewood en 1994, se consideró como un modelo nacional de indemnizaciones.
“Hubo un momento de iluminación en Florida, hace varias décadas. Realmente lo hubo”, dijo Marvin Dunn, autor de varios libros sobre los floridanos negros. “Pero duró poco”.
Tres décadas después, la enseñanza de la historia afroestadounidense todavía es inconsistente en las aulas de Florida, inadecuada a los ojos de algunos defensores, y está bajo las críticas del gobierno de Ron DeSantis, el gobernador republicano que ha defendido los esfuerzos para restringir cómo se puede hablar sobre la raza, la historia y la discriminación en las escuelas públicas del estado.
DeSantis ha encabezado los ataques al “wokeness” —un término despectivo usado por los conservadores para referirse a la ideología progresista con conciencia social— en la educación que han unido a los conservadores de todo el país, incluido el presidente electo Donald Trump. En 2022, el gobernador firmó una ley que restringe ciertas conversaciones basadas en la raza en las escuelas y en las empresas, y prohíbe enseñar que los miembros de un grupo se sientan culpables o asuman la responsabilidad de las acciones tomadas por generaciones anteriores.
El año pasado, el gobierno de DeSantis bloqueó la enseñanza de un nuevo Curso Avanzado sobre Estudios Afroestadounidenses en Florida con el argumento de que violaba la ley estatal y es históricamente inexacta.
Un portavoz del Consejo de Universidades —la organización que supervisa los cursos avanzados introductorios de materias universitarias para que estudiantes de preparatoria obtengan créditos universitarios y adelanten en sus estudios— dijo a la AP que no tienen conocimiento de ninguna escuela pública en Florida que ofrezca actualmente la clase de Estudios Afroestadounidenses. Tampoco figura en el directorio actual de cursos del estado.
Representantes del Departamento de Educación de Florida y del African American History Task Force (Grupo de Trabajo de Historia Afroestadounidense) del estado no respondieron a las solicitudes de comentarios de la AP.
“Las personas que están interesadas en promover la historia de la diáspora africana no pueden confiar en que las escuelas lo hagan”, dijo Tameka Bradley Hobbs, gerente del African-American Research Library and Cultural Center (Biblioteca de Investigación y Centro Cultural Afroestadoundiense) del condado de Broward. “Creo que ahora es aún más claro que debe haber un nivel de autosuficiencia y autodeterminación cuando se trata de transmitir la historia y el legado de nuestros antepasados”.
El año pasado, solo 30 de los 67 distritos escolares tradicionales de Florida ofrecieron al menos un curso independiente sobre historia afroestadounidense o humanidades, según datos estatales. Si bien la ley estatal no lo exige, tener una clase dedicada a la historia de los negros es una medida de cómo los distritos siguen el mandato estatal.
Los grandes distritos urbanos de Florida tienen muchas más probabilidades de ofrecer las clases, en comparación con los pequeños distritos rurales, algunos de los cuales tienen menos de 2.000 estudiantes.
Incluso en distritos que tienen personal dedicado a enseñar la historia de los negros, algunos maestros tienen miedo de violar la ley estatal, según Brian Knowles, quien supervisa los estudios africanos y afroestadounidenses, los del Holocausto y los hispanos/latinos para el distrito escolar del condado de Palm Beach.
“Hay tantos otros distritos y tantos niños que nos estamos perdiendo porque andamos de puntillas sobre lo que es esencialmente la historia estadounidense”, dijo Knowles.
La frustración por las restricciones que enfrentan los maestros empujó a Renee O’Connor a tomarse un año sabático el año pasado como profesora de historia de los negros en la escuela secundaria Miami Norland Senior en la ciudad de Miami Gardens, de mayoría negra. Ahora, ha vuelto a las aulas, pero también ha ayudado a grupos comunitarios a desarrollar sus propios programas de historia afroestadounidense fuera del sistema escolar público.
“Desearía, obviamente, que todos los niños pudieran tomar una clase de historia de los afroestadounidenses”, dijo O’Connor, “pero tienes que cambiar de enfoque si eso no está ocurriendo en las escuelas”.
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Kate Payne forma parte la iniciativa The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative, un programa de servicio nacional sin fines de lucro que sitúa a periodistas en salas de redacción de medios locales para informar sobre temas con poca cobertura.