LIMA (AP) — Arqueólogos de la capital peruana informaron el lunes que hallaron bajo tierra y muy cerca del palacio presidencial un arco de ladrillos de cinco metros de altura del siglo XVI que sería parte de uno de los primeros puentes que cruzaba el río Rímac y unía a Lima con un barrio de esclavos.
El puente de ladrillos anaranjados pegados con una masa de cal empezaba en el barrio de San Lázaro y concluía en la zona de ingreso al viejo casco histórico de Lima, donde están ubicadas las principales sedes gubernativas y religiosas. Fue construido durante el gobierno del virrey Andrés Hurtado de Mendoza —1556 a 1560— poco después de la fundación en 1535 por parte del conquistador español Francisco Pizarro.
“La entrada de los virreyes se daba por este arco que se engalanaba de forma especial y se daba una gran fiesta para recibirlos”, dijo a The Associated Press el arqueólogo Ernesto Olazo, quien dirige el equipo de excavaciones de la gerencia municipal encargada de la recuperación del centro histórico de Lima usando antiguos planos de la ciudad, algunos de los cuales tienen varios siglos de antigüedad.
Por el puente de ladrillos también cruzaban el río Rímac e ingresaban a la ciudad de Lima los indios, esclavos, frailes, viajeros y mendigos que vivían en el barrio de San Lázaro, llamado así por el nombre homónimo de un hospital para leprosos. “Toda la sociedad, todos entraban y salían por esta entrada que era prácticamente el único acceso a Lima”, añadió Olazo.
El río Rímac baja de los Andes y cruza en dos a la actual Lima hasta llegar al Pacífico. En la época colonial separaba al barrio de San Lázaro y al centro histórico de la ciudad.
En las excavaciones, que empezaron hace varios meses, también se hallaron 15 monedas de plata de forma irregular, llamadas “macuquinas”. Las monedas fueron acuñadas en Lima usando yunque y martillo y contienen escudos reales españoles. También se hallaron vasijas para guardar vino y licor de maíz.
El arqueólogo Olazo recordó que el puente de ladrillos fue afectado por las fuertes corrientes de agua del río Rímac y se destruyó durante una gran crecida en 1607. Luego de eso se construyó un puente de piedra en 1610 que persiste hasta la actualidad y ha sido reparado en diversas ocasiones.
Isabel Quispe —quien vive en el antiguo barrio de San Lázaro, ahora llamado distrito del Rímac— cruzaba el actual puente de piedra para dirigirse a vender dulces cerca de varias oficinas gubernamentales de Lima cuando se detuvo a mirar cómo los arqueólogos limpiaban el arco con brochas. “Tengo más de 50 años pasando por este puente y no sabía lo qué había ahí abajo”, dijo.