HONG KONG (AP) — El franco cardenal católico de Hong Kong, Joseph Zen, recibió permiso para salir de la ciudad del sur de China y asistir al funeral del papa Francisco en la Ciudad del Vaticano.
Zen, un obispo retirado de 93 años, salió de Hong Kong el miércoles por la noche después de solicitar en un tribunal la devolución de su pasaporte, dijo su secretaria a The Associated Press en un mensaje de texto el jueves. Las autoridades le habían confiscado la documentación tras su controvertido arresto bajo una ley de seguridad nacional impuesta por Beijing en 2022.
Zen es uno de los críticos que en los últimos años han afirmado que el acuerdo de la Santa Sede con las autoridades chinas para el nombramiento de obispos traiciona a los católicos chinos provaticanos. También ha calificado al secretario de Estado, Pietro Parolin, el funcionario vaticano encargado de negociar con Beijing, como un "hombre de poca fe".
Parolin es considerado uno de los principales candidatos a suceder a Francisco dada su relevancia en la jerarquía católica.
La prensa reportó el martes que Zen había arremetido contra el Vaticano, cuestionando que las reuniones previas al cónclave hubiesen comenzado ya el martes. La AP no pudo verificar de manera independiente las informaciones, pero Zen volvió a publicar en su cuenta de X las publicaciones de los reporteros sobre su declaración.
Dada su edad, Zen no tiene derecho a voto en el cónclave que elegirá al nuevo pontífice.
Según su secretaria, Zen volverá a Hong Kong después del funeral del difunto papa, previsto para el sábado, pero la fecha exacta de su regreso no estaba clara.
No es la primera vez que Zen tiene que pasar por los tribunales para salir de Hong Kong. En 2023, pasó por un procedimiento similar para acudir al homenaje al difunto papa emérito Benedicto XVI. Durante ese viaje, se reunió con Francisco en una audiencia privada.
Zen fue detenido por primera vez en 2022 por supuesta colaboración con fuerzas extranjeras en virtud de la ley de seguridad. En aquel momento, su arresto conmocionó a la comunidad católica.
Aunque aún no ha enfrentado cargos relacionados con la seguridad nacional, él y otras cinco personas fueron multadas en 2022 después de ser declarados culpables de no registrar un fondo, ahora desaparecido, que tenía como objetivo ayudar a los arrestados en las protestas prodemocracia de 2019. La vista apelación contra la condena está programada para diciembre.
Por otra parte, el cardenal de Hong Kong Stephen Chow viajará al Vaticano para el cónclave, informó el jueves la Oficina de Comunicaciones Social Católica de la ciudad.
En 2023, un obispo de Beijing que fue nombrado arzobispo por la Iglesia católica controlada por China visitó Hong Kong a invitación de Chow. Fue la primera visita oficial de un obispo de Beijing a la ciudad. Los expertos señalaron en aquel momento que la invitación de Chow era un gesto simbólico que podría reforzar los frágiles lazos entre China y la Santa Sede.
Beijing y el Vaticano rompieron relaciones diplomáticas tras la llegada al poder del Partido Comunista chino y la expulsión de sacerdotes extranjeros. Desde entonces, los católicos en China se dividen entre los que pertenecen a una iglesia oficial sancionada por el Estado y aquellos afiliados a una iglesia clandestina leal al papa. El Vaticano reconoce a los miembros de ambas como católicos, pero reclama el derecho exclusivo de elegir a los obispos.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.