CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El jefe de policía de un pequeño pueblo en el centro de México se suicidó el viernes mientras soldados se aproximaban para arrestarlo, parte de un operativo anticorrupción en el cual también fue detenido el alcalde de otro pueblo.
Las redadas tuvieron lugar en dos pueblos rurales en el Estado de México, al oeste de Ciudad de México, al igual que en un suburbio populoso en el borde de la capital del país, donde fue arrestado un subdirector de policía.
Los fiscales estatales dijeron que el jefe de policía del pueblo de Texcaltitlán se suicidó con su propia arma cuando elementos de la Marina, la Guardia Nacional y los soldados se acercaban en un intento de arrestarlo por cargos no especificados.
Los efectivos también arrestaron al alcalde del pueblo cercano de Amanalco por “diversos cargos”. La zona alrededor de los dos pueblos ha estado dominada desde hace tiempo por el cártel de La Familia Michoacana, el cual se dedica al narcotráfico, el secuestro y la extorsión.
Además de las primeras dos redadas que se llevaron a cabo en áreas rurales, las autoridades también detuvieron al subdirector de policía de Naucalpan, un extenso suburbio de 775.000 habitantes en el extremo noroccidental de Ciudad de México.
Aunque los fiscales estatales no especificaron los cargos contra los funcionarios, medios locales informaron que se les acusaba de colusión con bandas del crimen organizado.
Las pandillas y los cárteles de drogas han infiltrado, intimidado o sobornado a funcionarios locales con el fin de que trabajen para ellos, y en ocasiones han llegado a tomar una parte del presupuesto municipal o usar las fuerzas policiales locales para que les adviertan o los protejan de las redadas federales. A veces, los agentes de policía simplemente se benefician por cuenta propia del narcomenudeo.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.