CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Con videos caseros difundidos en las redes sociales en los que se llama a la “transformación de la justicia” y a “combatir la corrupción”, varios cientos de candidatos arrancaron en México la campaña para las hasta ahora inéditas elecciones judiciales previstas para el primero de junio que llevarán a una renovación total del poder judicial.
A diferencia de los procesos electorales convencionales, esta contienda —que comenzó el domingo y se extenderá hasta el 28 de mayo— no se dará en los medios de comunicación tradicionales ni con masivas concentraciones, sino en las redes sociales y medios digitales por las limitaciones que establecieron las autoridades electorales mexicanas.
Las elecciones del poder judicial mexicano, derivadas de una controvertida reforma constitucional que pasó el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, se darán en dos etapas: el 1 de junio se elegirán 881 cargos federales y 1.787 jueces de 19 estados; para 2027, se votará por otros ochocientos cargos federales.
Entre los cargos que se elegirán están los nueve ministros de la Suprema Corte de Justicia, cinco magistrados del Tribunal de Disciplina Judicial, dos magistrados la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, 464 magistrados de circuito y 386 jueces de distrito.
Ante lo inédito del proceso, el Instituto Nacional Electoral (INE) fijó una serie de estrictas normas que contemplan la prohibición de contratar tiempos en la radio y la televisión, las propagandas en vallas o vehículos, el perifoneo, así como la limitación de recibir financiamiento de particulares o el apoyo de partidos políticos o las autoridades.
“¡Más preparado que un chicharrón!”, dijo el abogado Arístides Rodrigo Guerrero en un video que difundió el lunes en la red social X, antes Twitter, en el que aparece con el popular platillo mexicano en las manos. Fue su forma de destacar que está capacitado para ser ministro de la Suprema Corte de Justicia de Nación. "Cuento con doctorado, dos maestrías, especialidad en Derecho constitucional y todos los grados obtenidos con mención honorífica”.
Este tipo de videos caseros, aparte de llamar la atención, generaron cuestionamientos entre especialistas que advirtieron que no se está promoviendo la evaluación de conocimientos jurídicos, la independencia y capacidades de los candidatos.
“Creo que le dejan al ciudadano una carga enorme de tener que hacer prácticamente un trabajo de investigación respecto de por quién le toca votar en algo que además pues difícilmente se entiende”, indicó Espinosa al reconocer que el proceso está generando “mucho ruido y poca eficacia para poder llegar a la ciudadana”.
Además de ceñir la campaña a las redes, se establecieron límites para los gastos de promoción. En el caso de los jueces, serán de unos 11.000 dólares y para los candidatos a ministros de la Suprema Corte y magistrados, deberán ser de unos 70.000 dólares.
Otro elemento distintivo será que entre los 3.422 competidores no habrá políticos de carrera, sino abogados. Algunos de ellos fueron seleccionados en un controversial proceso que realizaron comités de los poderes Judicial, Ejecutivo y Legislativo, que estuvieron integrados en su mayoría por personas cercanas al partido gobernante Morena.
Algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia, magistrados y jueces activos entraron de manera directa a la contienda electoral sin pasar por la preselección de los comités, como indicaba en la reforma judicial.
Pese a las regulaciones y controles de las autoridades electorales, los comicios del poder judicial han continuado generando preocupación entre especialistas y ONG locales que sostienen que el proceso se ha desarrollado de manera atropellada y poco clara y sin garantizar la independencia y el conocimiento de los futuros jueces y magistrados.
Pero la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, reiteradamente ha desestimado las críticas contra la reforma judicial que heredó de López Obrador. Ha defendido el proceso asegurando que servirá para depurar el poder judicial y terminar con los jueces que “eran bien corruptos”.
No coincide Arturo Espinosa, director del tanque de pensamiento local Laboratorio Electoral, que se dedica al estudio de las elecciones y democracia. “Ha sido un proceso sumamente improvisado que se ha ido construyendo conforme va avanzando, con poca certeza, con muchas restricciones presupuestales y me parece que con reglas sumamente estrictas”, afirmó.
Espinosa dijo a The Associated Press que, tal como está planteado, no se garantizan las oportunidades de competencia y verdadera equidad en las candidaturas.
Algunos candidatos acudieron a foros y pequeñas reuniones en plazas para presentar sus propuestas, pero la mayoría de los aspirantes optaron por las redes sociales para difundir videos caseros.