MÚNICH (AP) — El presidente de Finlandia instó el domingo a rearmar a Ucrania y ejercer “máxima presión sobre Rusia” a través de sanciones y congelación de activos en la antesala de posibles negociaciones que busca Estados Unidos para poner fin a la guerra.
En el último día de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alexander Stubb y otros líderes europeos intentaban concretar cómo puede la Unión Europea pasar de las palabras a la acción y mantenerse relevante mientras Washington presiona para detener los combates. Expuso tres fases: “prenegociación”, alto el fuego y negociación de paz a largo plazo.
“La primera fase es la prenegociación, y este es un momento en el que necesitamos rearmar a Ucrania y ejercer máxima presión sobre Rusia, lo que significa sanciones, lo que significa activos congelados, para que Ucrania comience estas negociaciones desde una posición de fuerza”, dijo.
El impulso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para dar una salida rápida de la guerra en Ucrania ha generado preocupación e incertidumbre en Múnich.
Después de una llamada telefónica con el presidente ruso, Vladímir Putin, la semana pasada, Trump dijo que él y Putin probablemente se reunirían pronto para negociar un acuerdo de paz sobre Ucrania. Más tarde, Trump aseguró a Zelenskyy que también tendría un lugar en la mesa. Sin embargo, funcionarios estadounidenses han indicado que las naciones europeas no estarían involucradas.
“No subestimen a Trump como negociador, creo genuinamente que Putin está desconcertado y temeroso de lo que podría venir de allí”, afirmó Stubb. “En este momento, la pelota está en nuestra cancha aquí en Europa. Necesitamos convencer a los estadounidenses de dónde está el valor añadido, y luego volver a la mesa”.
“Creo que en Europa necesitamos hablar menos y hacer más”, agregó más tarde.
Edgars Rinkēvičs, presidente de Letonia, que al igual que Finlandia limita con Rusia, coincidió en que “si somos fuertes, si tenemos algo que ofrecer... entonces seremos interesantes para Estados Unidos. Si solo seguimos teniendo esas agradables conferencias, hablando y quejándonos, entonces muy pronto no seremos interesantes para nuestros propias poblaciones”.
La conferencia de tres días era un núcleo de diplomacia cruzada sobre temas de política, economía, defensa y seguridad, con altos enviados presentes de lugares tan diversos como Siria, Arabia Saudí, Japón y Corea del Sur, así como muchos líderes europeos.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, pidió el sábado la creación de unas “fuerzas armadas de Europa” para hacer frente mejor a una Rusia expansionista que también podría amenazar a la Unión Europea.
También dijo que había ordenado a sus ministros que no firmaran un acuerdo propuesto para dar a Estados Unidos acceso a los minerales de tierras raras de Ucrania porque el documento estaba demasiado centrado en los intereses estadounidenses.
La propuesta era una parte clave de sus conversaciones con el vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, al margen del evento de Múnich, según un funcionario ucraniano actual y uno anterior que estaba familiarizado con las conversaciones. La decisión de Zelenskyy de no firmar un acuerdo, al menos por ahora, fue descrita como “miopía” por un alto funcionario de la Casa Blanca.
También el sábado, el ministro japonés de Relaciones Exteriores, Takeshi Iwaya, dijo a los periodistas en Múnich que había solicitado al secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, que excluyera a Japón de los aranceles sobre el acero y el aluminio, así como de las medidas arancelarias recíprocas.
Iwaya, quien tuvo una breve charla con el principal diplomático estadounidense al margen de la conferencia, dijo que también “planteó el tema” de los aranceles sobre automóviles, aunque no dio más detalles. Si se imponen, el impacto de los aranceles sobre automóviles en la industria automotriz japonesa sería enorme, según los expertos.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.