QUITO (AP) — Otra derrota electoral y van tres seguidas contando sólo los enfrentamientos con Daniel Noboa. Las aspiraciones políticas del movimiento Revolución Ciudadana para recuperar el poder en Ecuador volvieron a desvanecerse el domingo con los 11 puntos de ventaja que obtuvo el presidente ecuatoriano para su reelección frente a la izquierdista Luisa González.
Ese partido, que con Rafael Correa a la cabeza tuvo 10 años de gobierno (2007-2017) y gran hegemonía política, acumula tres elecciones presidenciales perdidas en los últimos ocho años si se cuentan otros candidatos de su lado y otros rivales. Andrés Arauz perdió contra Guillermo Lasso en 2021 y Luisa González no ha podido con Noboa ni en 2023 ni ahora.
“El correísmo debe entender que su oferta del Socialismo del siglo 21 no es apetecible para la mayoría de los ecuatorianos”, apuntó el lunes poselectoral Grace Jaramillo, analista internacional y catedrática de Universidad de la Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, en declaraciones a The Associated Press.
En la misma línea, el analista y profesor de la Universidad Andina, Hernán Reyes, relacionó la derrota directamente con un rechazo al expresidente Correa y su legado. La mayoría en Ecuador, dijo, está dispuesta a “apoyar a cualquiera menos a Correa o los suyos, a cualquiera menos al autoritarismo de Correa y los suyos”.
Tras su década de gobierno, la sociedad ecuatoriana quedó muy polarizada entre los fieles al movimiento del exmandatario y sus detractores, que cuestionaron a Correa por haber perseguido y acallado a quienes le hacían oposición y por los casos de corrupción que surgieron durante su gestión.
Del otro lado, los más de 11 puntos de ventaja que obtuvo Noboa, equivalentes a 1,16 millones de votos por encima de González, dejan atrás aquel título de político desconocido con el que ganó la Presidencia hace apenas 16 meses y le dan cuatro años más de gobierno en los que prometió aplicar mano dura a las bandas criminales que tienen sumido a Ecuador en el miedo.
Antes de llegar al poder, era el hijo del hombre más rico del país con un emporio de más de 100 empresas regadas por todo el mundo y únicamente se había desempeñado como legislador. De hecho, ganó unas elecciones que solamente le permitían gobernar hasta completar el mandato que dejó inconcluso Lasso al disolver la Asamblea para evitarse una crisis política interna.
Finalmente, en menos de un año y medio de gestión, Noboa consiguió convencer al 55,63% de los ecuatorianos que el domingo votaron por él.
González, apadrinada por Correa y con la herencia a su favor de las bases políticas aún existentes de la Revolución Ciudadana, lo que le granjea aún un buen porcentaje de votos —aunque insuficiente para ganar—, se quedó con un 44,37% del apoyo popular. El conteo está en un 97,69%. Aún así, la candidata denunció fraude en la misma noche electoral y dijo desconocer los resultados.
“Estamos enfrentando el peor y más grotesco fraude electoral de nuestra historia”, salió a decir ante sus seguidores en la capital, Quito. El lunes no se conocían aún los recursos legales que interpondría contra los resultados o exigiendo un recuento de los votos.
“Es ridículo alegar fraude con una diferencia de más de 11 puntos”, aseveró el analista y catedrático de la Universidad Tecnológica Equinoccial, Juan Francisco Camino.
Este resultado provocará que el liderazgo del expresidente Correa “sea fuertemente cuestionado por otros dirigentes”, reflexionó Reyes.
Los analistas coinciden en que el fracaso de González se explica por errores cometidos por su partido, entre ellos, las declaraciones de altos dirigentes poniendo en duda la continuidad del dólar de Estados Unidos como moneda de curso legal en Ecuador, sin considerar que “el dólar es la institución más fuerte de los ecuatorianos”, dijo Camino.
También coincidieron en que otro error grave fue la propuesta de la propia González de crear con fondos estatales para grupos ciudadanos a los que llamó “gestores de paz”, una iniciativa planteada para combatir la inseguridad desde los vecindarios pero que los ecuatorianos la asociaron de inmediato con violentos grupos armados de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
La violencia será precisamente uno de los grandes desafíos en el nuevo mandato de Noboa, que comenzará el 24 de mayo con su toma de posesión.
Antes y después del balotaje, “los temas estructurales siguen pendientes”, dijo el lunes a la AP el analista Oswaldo Landázuri. Precisó que Noboa "no ha tenido un rumbo definido en lo económico ni una tendencia clara hacia dónde vamos".
Tampoco ha dado señales de emprender necesarias reformas laborales, en material de Seguridad Social, para ordenar el gasto corriente y esa "es la tarea pendiente", aseveró. "Mientras no veamos un plan detallado para lograr esos cambios, va a ser la misma receta con el mismo resultado", manifestó.
La primera misión de Noboa “es poner en marcha políticas que pacifiquen al país y que creen oportunidades económicas, de lo cual hubo poco el último año y medio de su gobierno”, comentó Jaramillo. “Es momento para aprender la lección y entender que la gente necesita resultados”.
Pese a que se promocionó como un presidente de mano dura y con determinación para combatir a los grupos relacionados al narcotráfico que han sembrado de muertos y miedo el país por cuatro años, Noboa fue criticado por la poca efectividad de sus políticas.
Decretó apenas un mes y medio después de llegar al poder un decreto que “conflicto armado interno” que le permitía movilizar a militares a las calles en tareas de seguridad interna y consiguió mejorar las cifras de crímenes en 2024, cuando 2023 fue con más de 8.000 asesinatos el año más sangriento.
Sin embargo, la inercia delictiva se disparó de nuevo al empezar 2025 y Ecuador ya enfrenta su inicio de año más violento desde que hay registros con 1.529 asesinatos sólo en enero y febrero.
El presidente también ha sido criticado por ignorar decisiones legales y constitucionales, especialmente en la disputa que mantiene, por causas que no han trascendido, con su vicepresidenta Verónica Abad, a quien sistemáticamente le negó el acceso a su despacho y destinó en misión diplomática a Israel y luego a Turquía.
La elección de Noboa evidencia “una crisis profunda del sistema político tradicional" que no ha sabido reaccionar ante las demandas de la sociedad ecuatoriana, que busca gente sin experiencia política para el gobierno, añadió Reyes.