Las exportaciones de China aumentaron 2,3% en enero y febrero en comparación con el año anterior, un crecimiento menor al esperado, mientras que las importaciones cayeron más de 8%, en un lento comienzo de un año marcado por la incertidumbre sobre los aranceles de Estados Unidos y otras políticas.
Los economistas habían pronosticado que las exportaciones aumentarían 5% interanual y que las importaciones tendrían un leve incremento. El superávit comercial total de China aumentó a U$S 170.520 millones en los primeros dos meses del año.
La agencia de aduanas de China publica normalmente los datos comerciales combinados de enero y febrero para evitar las distorsiones producidas por la desaceleración de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, que duran una semana.
Enfriamiento comercial
“El crecimiento de las exportaciones se enfrió en los primeros dos meses de 2025, y el aumento anticipado de los aranceles dio un impulso a la demanda menor al que habíamos anticipado”, afirmó Julian Evans-Pritchard de Capital Economics.
“Esta desaceleración se produce antes de que los aranceles tengan cualquier impacto importante, lo cual, casi con certeza, provocará caídas pronunciadas en las exportaciones a Estados Unidos en poco tiempo”, dijo.
Evans-Pritchard señaló que la desaceleración en las importaciones sugiere que el aumento en la demanda impulsado por el gasto en estímulos realizado por el Gobierno a finales del año pasado “ya se ha revertido parcialmente”.
Esta semana, entró en vigor la segunda de dos alzas de 10% en los aranceles a las importaciones de China, implementada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y es probable que eso perjudique las exportaciones chinas en los próximos meses.
Hasta cierto punto, los compradores y los proveedores chinos se adelantaron a esos aumentos en los derechos de importación.
Impacto de los aranceles
Las autoridades chinas criticaron los aumentos de aranceles, pero también expresaron su confianza en la resistencia de la economía y en que el comercio con otros países puede ayudar a compensar cualquier caída en las exportaciones a Estados Unidos después de que los aranceles entraron en vigor.
También señalaron que están abiertas a conversaciones basadas en el respeto mutuo.
El año pasado, las exportaciones ayudaron a China a alcanzar su tasa de crecimiento económico objetivo de 5%. El Gobierno ha establecido nuevamente la meta en torno a 5%, a pesar de la incertidumbre sobre las perspectivas comerciales de este año.
Las exportaciones a Estados Unidos crecieron 2,3% en términos anuales en enero y febrero, mientras que los envíos a la Unión Europea y a Japón crecieron solo 0,6% y 0,7%, respectivamente. Las exportaciones a Rusia cayeron 10,9%.
La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) se mantuvo como el mayor socio comercial de China, con exportaciones que crecieron 5,7% interanual.
“Aunque no damos demasiada importancia a unos pocos meses de datos, el desglose plantea preguntas sobre cómo podrían verse las tendencias de exportación una vez que los aranceles comiencen a afectar también a Estados Unidos”, dijo en un informe Lynn Song de ING Economics.
“Dado que los aranceles entraron en vigor en febrero y marzo, es probable que el impacto se vea gradualmente en los próximos meses”, agregó.
Advertencias ministeriales
El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, afirmó que Beijing seguirá tomando represalias contra los “aranceles arbitrarios” de Estados Unidos y acusó a Washington de “enfrentar el bien con el mal” en una conferencia de prensa este viernes, en una aparte de la sesión parlamentaria anual del país.
Wang afirmó que los esfuerzos de China para ayudar a Estados Unidos a controlar su crisis de fentanilo fueron recibidos con aranceles punitivos, lo que tensa la relación entre los países.
“Ningún país debería fantasear con que puede suprimir a China y mantener una buena relación con China al mismo tiempo”, señaló Wang. “Estos actos con dos caras no son buenos para la estabilidad de las relaciones bilaterales ni para construir una confianza mutua”.
Los aranceles fueron el último paso en una serie de medidas recíprocas de Washington y Beijing desde la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca en enero.
Estados Unidos impuso aranceles fijos del 20% a todas las importaciones chinas, y Beijing respondió con aranceles adicionales del 15% sobre importaciones estadounidenses que incluyen pollo, cerdo, soja y carne de res, y amplió los controles a las operaciones comerciales con empresas clave de Estados Unidos.
Con respecto a la política de Trump de salvar los intereses de su país por encima de la cooperación internacional, Wang dijo que si todas las naciones del mundo adoptaran ese enfoque, resultaría en la “ley de la selva”.
“Los países pequeños y débiles serán los primeros en salir perjudicados, y el orden y las reglas internacionales sufrirán un severo impacto”, apuntó. “Los países importantes deben asumir sus obligaciones internacionales (...) y no buscar beneficiar y acosar a los débiles”.