ATLANTA (AP) — La tasa de mortalidad infantil en Estados Unidos disminuyó el año pasado después de que se mantuvo estable durante dos años al final de la pandemia.
Algunos expertos consideran que uno de los motivos de la disminución podría ser una campaña de vacunación contra el virus respiratorio sincitial (VRS), que es una causa común con síntomas similares al resfriado y que puede ser peligroso en los bebés.
La tasa nacional de mortalidad infantil se redujo a cerca de 5,5 decesos infantiles por cada 1.000 nacidos vivos en 2024, según los datos provisionales que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés) publicaron el jueves. La tasa de los dos años previos había rondado las 5,6 defunciones por cada 1.000 nacidos vivos.
Los funcionarios de los CDC creen que los hallazgos no cambiarán mucho una vez que se publiquen las cifras finales más adelante este año.
La mortalidad infantil es la medida de cuántos bebés mueren antes de cumplir su primer año de vida. Debido a que el número de bebés nacidos en Estados Unidos varía de un año a otro, los investigadores calculan tasas para comparar mejor la mortalidad infantil a lo largo del tiempo.
Las muertes infantiles en Estados Unidos cayeron a cerca de 19.900 el año pasado, según datos de los CDC, en comparación con aproximadamente 20.150 en 2023.
La tasa de mortalidad infantil en Estados Unidos ha sido peor en comparación con los de otros países de altos ingresos, lo que los expertos han atribuido a la pobreza, la atención prenatal inadecuada y otros factores. Aun así, la tasa en Estados Unidos por lo general ha ido mejorando a lo largo de las décadas gracias a los avances médicos y las campañas de salud pública.
Los niveles de 2022 y 2023 aumentaron desde 5,44 por cada 1.000 en 2021 —el primer aumento estadísticamente significativo en la tasa en aproximadamente dos décadas. Los expertos atribuyeron esos años a un repunte en las infecciones de VSR y gripe después de dos años de precauciones pandémicas.
En 2023, las autoridades federales de salud comenzaron a recomendar dos nuevas medidas para prevenir el impacto en los bebés: una era una inyección de anticuerpos fabricados en laboratorio para bebés que ayuda al sistema inmunológico a combatir el virus, y la otra era administrar una vacuna contra el VSR a mujeres entre las 32 y 36 semanas de embarazo.
Ese esfuerzo probablemente expliquen la mejoría en la tasa de mortalidad, afirmó la doctora Amanda Williams, directora interina de medicina en March of Dimes.
En un informe separado de los CDC publicado el jueves, los investigadores señalaron que las hospitalizaciones infantiles durante la temporada de virus respiratorios de 2024-25 fueron al menos 40% más bajas a los promedios de años anteriores.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
