GINEBRA (AP) — La agencia de la ONU que lucha contra el VIH planea reducir su fuerza laboral a más de la mitad y trasladar muchos puestos a ubicaciones más económicas como resultado de los drásticos recortes de financiamiento por parte de donantes de Estados Unidos, Asia y Europa, informaron el martes la agencia y empleados a The Associated Press.
El ONUSIDA afirmó que “la respuesta global al sida enfrenta un fuerte impacto, y muchos de los logros alcanzados en las últimas décadas están en riesgo de revertirse”. Indicó que la reestructuración sigue las recomendaciones de un panel independiente que llama a “reducir” su secretaría en Ginebra mientras continúa “priorizando las funciones más esenciales”. Señaló que mantendría su presencia en 36 países.
Los drásticos recortes de asistencia estadounidense bajo la actual administración del presidente Donald Trump, como parte de las reducciones más amplias para la salud global, representan quizás el mayor golpe a los esfuerzos mundiales para combatir el VIH.
El ONUSIDA había advertido previamente que, a menos que se restablezca pronto el apoyo a sus esfuerzos contra el VIH, más de 6 millones de personas más podrían morir en los próximos cuatro años, y 2.000 personas más por día podrían infectarse con el virus que causa el sida.
A los empleados se les informó el martes, en una reunión interna, que el personal se reducirá a entre 280 y 300 personas aproximadamente con respecto a las cerca de 600 actuales, dijeron los participantes.
Los funcionarios del ONUSIDA estudian planes para trasladar muchos puestos a ubicaciones de menor costo donde ya tiene oficinas: Bonn, Alemania, Nairobi, Kenia, o Johannesburgo, Sudáfrica —el país con el mayor número de casos de SIDA en el mundo—, dijo a la AP la portavoz de la agencia, Charlotte Sector.
La agencia fue creada en 1996, principalmente para abordar las deficiencias en la política global sobre el VIH por parte de otra agencia de salud de la ONU, la Organización Mundial de la Salud, que continúa financiando parcialmente al ONUSIDA.
En el segundo mandato de Trump, Estados Unidos ha reducido drásticamente o pausado el financiamiento y el apoyo internacional a muchas organizaciones vinculadas con la ONU.
En febrero, en una entrevista con la AP en respuesta a los recortes de Estados Unidos, la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima, dijo que las infecciones por VIH podrían aumentar más de seis veces para 2029 si se elimina el apoyo estadounidense al mayor programa contra el SIDA. Advirtió que podrían surgir cepas más resistentes de la enfermedad.
Byanyima reconoció algunas críticas válidas sobre cómo se ha entregado la ayuda para el VIH y las calificó como “una oportunidad para repensar y desarrollar formas más eficientes de brindar apoyo que salva vidas”.
Según su sitio web, el apoyo de Estados Unidos contribuyó con más del 40% del programa central del ONUSIDA y actividades no centrales que totalizaron alrededor de 214 millones de dólares en 2023, el año más reciente listado. Otros de los contribuyentes principales fueron Holanda, Suecia, Suiza y Reino Unido.
___
La periodista médica de la AP, Maria Cheng, en Londres, contribuyó a este despacho.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.