CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Las pocas lluvias registradas en lo que va del año en México y el febrero más cálido desde 1953 han favorecido la sequía y multiplicado los incendios: en el primer trimestre del año la superficie afectada por el fuego casi se triplicó.
El lunes había 114 incendios activos en 23 de los 32 estados del país con más de 38.000 hectáreas afectadas. Según el mapa mostrado por Laura Velázquez, coordinadora Nacional de Protección Civil durante la conferencia presidencial diaria, se registran incendios en casi todas las regiones verdes de México por la columna serrana que atraviesa la nación de norte a sur.
Un total de 20 de estos incendios están en áreas naturales protegidas como Tepozteco, los cerros que rodean el pueblo de Tepoztlán, un destino turístico de fin de semana de los capitalinos donde existen aún dos focos activos, según Velázquez.
La funcionaria explicó que el déficit de lluvia de 32,7% en comparación con el promedio histórico 1991-2020 y que el pasado febrero haya sido el más caluroso en casi 70 años fueron dos de los detonantes de los incendios forestales.
Según los datos de la Comisión Nacional Forestal, del 1 de enero al 10 de abril se habían registrado más de 2.500 fuegos en todo el país en una superficie superior a las 191.000 hectáreas, casi tres veces más que las 68.000 hectáreas afectadas en los casi 1.700 incendios del mismo periodo de 2024.
Velázquez agregó que todavía no se sabe cuántos fueron provocados porque las fiscalías están investigando. Añadió que la población no está afectada pero que en lo que va de año murieron tres integrantes de los equipos de bomberos forestales.
El aumento de los incendios forestales no es exclusivo de México. El año pasado hubo devastadores fuegos en numerosos puntos desde la Amazonía a la ciudad de Los Ángeles. El incremento de las sequías por las alteraciones de los ciclos globales de lluvia supone que regiones enteras pueden quedar inusualmente áridas y ser más vulnerables a las llamas.