DUBAI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Presuntos ataques aéreos de Estados Unidos en los alrededores de la capital de Yemen controlada por los hutíes mataron al menos a seis personas y dejaron 30 heridos durante la noche, indicó este grupo insurgente, y dijo haber derribado otro dron estadounidense MQ-9 Reaper.
Desde que comenzó hace casi un mes, la intensa campaña de ataques aéreos de Estados Unidos ordenada por el presidente Donald Trump por los ataques de los rebeldes a la navegación en Oriente Medio —relacionados con la guerra entre Israel y Hamás— ha matado a más de 120 personas, según cifras de víctimas publicadas el lunes por el Ministerio de Salud de los hutíes.
Imágenes transmitidas por el canal de noticias satelital Al Masirah de los hutíes mostraron a bomberos rociando agua sobre un incendio que dijeron fue provocado por los ataques aéreos. Una calle estaba cubierta de escombros mientras rescatistas llevaban a una persona lejos del lugar, que según los insurgentes era una fábrica de cerámica en el barrio de Bani Matar de Saná, la capital.
El Comando Central de las fuerzas armadas estadounidenses, que supervisa las operaciones militares de Estados Unidos, no reconoció haber efectuado los ataques. Ese ha sido un patrón en el comando, que ahora tiene autorización de la Casa Blanca para realizar ataques a discreción en la campaña que comenzó el 15 de marzo.
Las fuerzas armadas estadounidenses tampoco han proporcionado información sobre los blancos alcanzados. La Casa Blanca ha dicho que se han realizado más de 200 ataques hasta ahora.
Por separado, los hutíes afirmaron por separado el domingo por la noche que derribaron un dron MQ-9 Reaper sobre la gobernación de Hajjah en Yemen, que se encuentra en el noroeste del país, en la frontera con Arabia Saudí.
En un mensaje de video pregrabado, el general de brigada Yahya Saree, portavoz militar de los hutíes, indicó que se trató del cuarto derribo en dos semanas a manos de los rebeldes. Saree señaló que los insurgentes le apuntaron al dron con "un misil de fabricación local". Los hutíes tienen misiles tierra-aire —tales como el misil iraní conocido como el 358—, capaces de derribar aeronaves.
Irán niega armar a los rebeldes, aunque se ha encontrado armamento fabricado en Teherán en el campo de batalla y en envíos marítimos dirigidos a Yemen para los rebeldes hutíes —que pertenecen a la rama chií del islam— a pesar de un embargo de armas ordenado por Naciones Unidas.
Los Reapers de General Atomics, que cuestan unos 30 millones de dólares cada uno, pueden volar a altitudes superiores a 40.000 pies (12.100 metros) y permanecer en el aire más de 30 horas. Desde hace años han sido utilizados por el ejército estadounidense y por la CIA sobre Afganistán, Irak y ahora Yemen.
El Comando Central indicó que estaba al tanto de "informes" sobre el derribo del dron, pero no dio más detalles.
Una revisión de la AP ha encontrado que la nueva operación de Estados Unidos contra los hutíes en el gobierno de Trump parece más extensa que la realizada bajo el expresidente Joe Biden, ya que Washington ha pasado de apuntar únicamente a sitios de lanzamiento a atacar a personal de alto rango y lanzar bombas sobre ciudades.
La nueva campaña de ataques aéreos comenzó después de que los rebeldes amenazaran con comenzar a atacar nuevamente a barcos "israelíes" por el hecho de que Israel bloquea la entrada de ayuda a la Franja de Gaza. Los insurgentes han definido de manera vaga lo que constituye un buque israelí, lo que significa que muchos navíos podrían ser atacados.
Los hutíes atacaron más de 100 buques mercantes con misiles y drones, hundiendo dos de ellos y matando a cuatro marineros desde noviembre de 2023 hasta enero de este año. También lanzaron ataques dirigidos a buques de guerra estadounidenses, sin éxito.
No hay indicios de que Washington detendrá su campaña, ya que el gobierno de Trump también ha vinculado sus ataques aéreos sobre los hutíes con un intento por presionar a Irán sobre su creciente programa nuclear.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.