GOMA, República Democrática del Congo (AP) — Los rebeldes del grupo M23, respaldados por Ruanda, entraron el miércoles por la noche en la estratégica ciudad de Walikale en el este de República Democrática del Congo, según residentes y líderes de la sociedad civil, un día después de que los presidentes de Congo y Ruanda pidieran un alto el fuego inmediato.
"La información está confirmada: los rebeldes son visibles en el monumento y en la oficina del grupo Bakusu", afirmó Prince Kihangi, un exdiputado provincial elegido para el territorio de Walikale, en declaraciones a The Associated Press por teléfono, refiriéndose a ubicaciones en el centro de Walikale. "Esto confirma la presencia del M23 en la capital territorial".
Al tomar el control de Walikale, los rebeldes del M23 se apoderaron de una carretera que conecta cuatro provincias en el este del país: Kivu del Norte, Kivu del Sur, Tshopo y Maniema, cortando las posiciones del ejército congoleño.
Se oyó fuego de artillería pesada durante todo el día, aunque por la noche se redujo a disparos esporádicos, comentó a la AP por teléfono Fiston Misona, un activista civil en Walikale.
“Nuestro ejército congoleño ya no está combatiendo”, expresó. “Es como si nos estuvieran sacrificando”.
No hubo comentarios inmediatos del M23 ni del gobierno congoleño.
La escalada en los combates se produce un día después de que los presidentes de República Democrática del Congo y Ruanda mantuvieran conversaciones inesperadas en Qatar y pidieran un alto el fuego inmediato e incondicional.
La reunión siguió a un intento fallido de reunir al gobierno congoleño y a los líderes del M23 para negociaciones de alto el fuego el martes. Los rebeldes se retiraron el lunes después de que la Unión Europea anunciara sanciones contra los líderes rebeldes.
El conflicto iniciado hace décadas en el este del país se intensificó en enero cuando los rebeldes respaldados por Ruanda avanzaron y tomaron la estratégica ciudad de Goma, seguida de Bukavu en febrero.
M23 es uno de unos 100 grupos armados que luchan por controlar el este del Congo, rico en minerales, cerca de la frontera con Ruanda, en un conflicto que ha creado una de las crisis humanitarias más significativas del mundo. Más de siete millones de personas han sido desplazadas.
Los rebeldes cuentan con el apoyo de unos 4.000 soldados de la vecina Ruanda, según expertos de la ONU, y en ocasiones han prometido marchar hasta la capital congoleña, Kinshasa, a unos 1.600 kilómetros (1.000 millas) al este.
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU abrió el mes pasado una comisión para investigar atrocidades, incluidas acusaciones de violación y asesinatos similares a "ejecuciones sumarias" por ambas partes.
El área de Walikale alberga los mayores depósitos de estaño en el Congo y varias minas de oro importantes. La mina de estaño Bisie, unos 60 kilómetros (35 millas) al noroeste de la ciudad, representa la mayoría de las exportaciones de estaño de la provincia de Kivu del Norte. La semana pasada, su operador Alphamin Resources dijo que detenía temporalmente las operaciones mineras debido al avance de los rebeldes.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.