El secretario de Estado, Marco Rubio, presentó el martes una amplia reforma del Departamento de Estado, con planes para reducir el personal en Estados Unidos en un 15% mientras se cierran y consolidan más de 100 oficinas en todo el mundo como parte del mandato de “Estados Unidos Primero” del gobierno del presidente Donald Trump.
El plan de reorganización, anunciado por Rubio en las redes sociales y detallado en documentos obtenidos por The Associated Press, es el esfuerzo más reciente de la Casa Blanca para reinventar la política exterior de Estados Unidos y reducir el tamaño del gobierno federal.
“No podemos ganar la batalla por el siglo XXI con una burocracia inflada que sofoca la innovación y malgasta recursos escasos”, afirmó Rubio en un correo electrónico dirigido a todo el departamento y obtenido por la AP. Dijo que la reorganización tenía como objetivo “enfrentar los inmensos desafíos del siglo XXI y poner a Estados Unidos Primero”.
La portavoz del Departamento de Estado, Tammy Bruce, hizo eco de ese sentimiento, diciendo que los “cambios radicales empoderarán a nuestros talentosos diplomáticos”, pero agregó que ello no provocaría el despido inmediato de personal.
“No es algo donde la gente esté siendo despedida hoy mismo”, dijo Bruce a los periodistas el martes. “No van a salir del edificio. No es ese tipo de dinámica. Es una hoja de ruta. Es un plan”.
Éste incluye la consolidación de 734 oficinas y despachos a 602, así como la transición de 137 oficinas a otra ubicación dentro del departamento para “aumentar la eficiencia”, según una hoja informativa obtenida por la AP.
Habrá una oficina “reimaginada” que se centrará en asuntos exteriores y humanitarios para coordinar los programas de ayuda en el extranjero que aún quedan en el Departamento de Estado. La reorganización fue impulsada, en parte, por la necesidad de encontrar un nuevo hogar a las funciones restantes de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), un organizmo que los funcionarios del gobierno de Trump y el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) del multimillonario aliado Elon Musk han desmantelado.
Al parecer, el plan de reorganización del Departamento de Estado elimina una oficina encargada de enviar expertos a zonas de guerra y otras crisis emergentes y reduce el trabajo en derechos humanos y justicia.
Aunque el plan implementará cambios importantes en la burocracia y el personal del departamento, es mucho menos drástico que un supuesto plan de reorganización difundido el fin de semana por algunos funcionarios. Numerosos altos funcionarios del Departamento de Estado, entre ellos, el propio Rubio, negaron que fuera real.
En el plan que Rubio publicó el martes, el trabajo que se creía estaba en la mira en ese supuesto documento filtrado sobrevivió, al menos como nombres de oficinas en un gráfico. Incluye oficinas para asuntos de África, temas de migración y refugiados, y esfuerzos de democracia.
Hasta el momento, se ignora si las embajadas de Estados Unidos estaban incluidas en las instalaciones cuyo cierre está previsto. Informes anteriores sobre cierres masivos de representaciones, especialmente en África, provocaron advertencias sobre la reducción de la capacidad diplomática y la influencia de Estados Unidos en el extranjero.
Algunas de las oficinas que se espera sean eliminadas en el nuevo plan son la Oficina de Asuntos Globales de la Mujer y los esfuerzos de diversidad e inclusión del Departamento de Estado, que han sido eliminados en todo el gobierno durante el régimen de Trump.
También se espera que el departamento elimine algunas oficinas que anteriormente estaban bajo la autoridad del subsecretario de estado para la seguridad civil, democracia y derechos humanos, pero en la hoja informativa se indica que gran parte de ese trabajo continuará en otras secciones del departamento.
No se sabe si la reorganización se implementaría mediante una orden ejecutiva u otros medios.
Los planes oficiales se divulgaron una semana después de que la AP se enterara de que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca propuso recortar el presupuesto del Departamento de Estado en casi 50% y eliminar la financiación para las sedes de las Naciones Unidas y la OTAN.
Aunque la propuesta de presupuesto aún está en una fase altamente preliminar y no se espera que pase el filtro del Congreso, el plan de reorganización recibió la aprobación inicial de los republicanos en el Capitolio.
“El cambio no es fácil, pero el presidente Trump y el secretario Rubio propusieron una visión para rehacer el Departamento de Estado para este siglo y las luchas que enfrentamos hoy, así como las que nos esperan”, dijo en un comunicado el senador de Idaho Jim Risch, presidente republicano del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
Los demócratas criticaron el esfuerzo, calificándolo como el más reciente intento de Rubio y la administración de Trump para desmantelar “componentes vitales de la influencia estadounidense” en el escenario mundial.
“A primera vista, este nuevo plan de reorganización plantea graves preocupaciones de que Estados Unidos ya no tendrá los recursos o la capacidad de ejercer el liderazgo global del país, lograr objetivos críticos de seguridad nacional, enfrentarse a nuestros adversarios, salvar vidas y promover valores democráticos”, dijo el senador demócrata de Hawái Brian Schatz.
“Estos siempre han sido esfuerzos bipartidistas por una buena razón”, agregó. “Hacen que Estados Unidos sea más seguro, fuerte y próspero. Ahora están en riesgo”.
Los cambios propuestos en el Departamento de Estado se producen mientras el gobierno de Trump recorta empleos y fondos en todas las agencias, desde el Departamento de Educación hasta el de Salud y Servicios Humanos.
En política exterior, más allá de la destrucción de la USAID, la administración también ha tomado medidas para desfinanciar otras instituciones llamadas de “poder blando”, como medios de comunicación que divulgan noticias objetivas, a menudo a países autoritarios, como la Voz de América, las Redes de Radiodifusión del Oriente Medio, Radio Free Asia y Radio/TV Martí, que transmite a Cuba.
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Amiri informó desde las Naciones Unidas y Lee desde Londres. La periodista de The Associated Press Ellen Knickmeyer en Washington contribuyó a este despacho.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.