LIMA (AP) — Las vías principales de la capital peruana lucían el jueves con pocos autobuses de transporte urbano por una huelga en protesta por el asesinato de al menos 14 conductores en lo que va del año, lo que provocó la suspensión de las clases presenciales de casi tres millones de escolares y universitarios.
Este es el quinto paro de transportistas en siete meses en el que piden de forma sucesiva al gobierno de la presidenta Dina Boluarte que combata a los delincuentes que usualmente desde motocicletas en marcha los acribillan frente a sus pasajeros por no pagar las extorsiones que les exigen a diario.
La prensa local reportó que en casi todos los paraderos de esta ciudad de 10 millones de habitantes numerosos grupos demoraban hasta dos horas para subir a los escasos autobuses en funcionamiento, automóviles o improvisadas furgonetas de carga que habían hasta triplicado sus precios para llevar a los pasajeros.
En los paraderos los pasajeros observaban pasar a los escasos autobuses repletos desde la madrugada. Uno de ellos, Juan De la Cruz, comentó que trabaja como vigilante privado en un banco y que apenas tenía cinco minutos de tolerancia. “Estos días de paro es caro ir al trabajo y nadie nos repone esa plata gastada”, indicó. La policía dispuso de algunos buses para transportar a grupos de pasajeros, pero resultaban insuficientes. “Es imposible subir, se llenan en un dos por tres”, dijo De la Cruz.
El martes un hombre que iba en una motocicleta, conducida por otro, disparó contra un chofer de 65 años hiriéndolo en el abdomen delante de sus pasajeros y cerca de un hospital militar. El ataque ocurrió en medio del estado de emergencia decretado por el gobierno hace casi un mes, con restricción de derechos constitucionales y militares en las calles, pero que no ha detenido los crímenes.
Desde inicios del año al menos 14 conductores del transporte —incluidos autobuses, autos colectivos y mototaxis— han sido asesinados frente a sus pasajeros en las calles de la capital peruana. Al inicio los ataques ocurrían usualmente en la madrugada o casi a la medianoche, pero después comenzaron a ejecutarse durante el día y, en algunos casos, incluso cerca de grupos de policías o militares que cuidan algunas calles.
Las extorsiones y los asesinatos han aumentado los últimos años, según datos oficiales. En 2017 hubo 674 homicidios, pero en 2023 ya se habían más que duplicado hasta 1.506 y en 2024 subieron a 2.057. Las denuncias por extorsiones en 2017 fueron 5.225, mientras en 2023 subieron a 22.396 y en 2024 alcanzaron 22.835 reportes.
El paro del transporte público provocó que el Ministerio de Educación ordene clases virtuales para los escolares de las escuelas públicas en Lima, una medida que fue imitada por los colegios privados, así como las universidades públicas y privadas de la capital. Los hospitales de la seguridad social también anunciaron que reprogramarán las citas pactadas para la jornada.
Martín Ojeda, uno de los dirigentes del transporte público, dijo a la prensa que el paro era cumplido por más de 20.000 unidades vehiculares del total de alrededor de 22.000 que circulan en la capital peruana.