TALLINN, Estonia (AP) — El opositor ruso Vladimir Kara-Murza Jr. ha sido trasladado a otra prisión en Siberia y colocado en confinamiento solitario nuevamente por otra supuesta infracción menor, revelaron el martes sus abogados.
Kara-Murza, de 42 años y quien cumple una condena de 25 años por acusaciones de traición, estaba preso en una colonia penal en la región de Omsk, pero los abogados dijeron el lunes que ya no estaba allí.
La medida ocurre en medio de una fuerte represión contra disidentes rusos que se ha intensificado desde que el presidente Vladímir Putin despachó tropas a Ucrania hace dos años.
Maria Eismont, una abogada de Kara-Murza, dijo al diario ruso independiente Novaya Gazeta el martes que recibió una carta de él en la que decía que fue trasladado a la Colonia Penal Número 7 en la ciudad de Omsk y colocado a una unidad habitacional restringida por al menos cuatro meses. En la carta, colocada en Facebook por otro abogado, Vadim Prokhorov, Kara-Murza dice que el viernes los guardias de la prisión le acusaron de ignorar una orden que según él nunca se le dio.
“Así que ahora estoy en (la colonia penal) IK-7 que también está en Omsk”, escribió Kara-Murza. “Es una colonia de régimen especial, hay una unidad habitacional restringida para ‘reincidentes’ como yo. Estoy en confinamiento solitario, por supuesto”, escribió, añadiendo que estaba bien, tenía suficiente comida y calefacción.
Kara-Murza, quien dos veces sobrevivió a intentos de envenenamiento que atribuye a autoridades rusas, ha rechazado las acusaciones en su contra, diciendo que son solo castigo por oponerse a Putin, y ha comparado el proceso en su contra con los juicios teatrales ocurridos bajo el dictador soviético Josef Stalin.
Según su esposa Evgenia Kara-Murza, lleva los últimos cuatro meses en confinamiento solitario, un castigo que se ha vuelto común contra los opositores presos en Rusia y que parece tener la intención de aplicarles más presión.
Kara-Murza fue arrestado en 2022 y fue luego sentenciado a 25 años de cárcel por acusaciones derivadas de un discurso que dio ante la Cámara de Representantes de Arizona en que criticó la invasión rusa de Ucrania.
El grupo ruso de derechos humanos Memorial, ganador del Premio Nobel de la Paz en 2022, lo ha declarado un prisionero político.
Los intentos del gobierno ruso por acallar a la oposición se han intensificado desde el inicio de la guerra, incluyendo la aprobación de una ley que de hecho criminaliza toda expresión pública sobre el conflicto que se aparte del discurso del Kremlin. La ley ha sido aplicada contra políticos opositores, activistas de derechos humanos y rusos comunes que critican al Kremlin, y muchos han recibido largas sentencias de cárcel.