París. La líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, anunció ayer que votará en blanco y dará libertad de opción a sus electores entre el candidato socialista, François Hollande, y el actual presidente, Nicolas Sarkozy, en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el 6 de mayo.
Le Pen, excluida de la lucha electoral al quedar en tercera posición en la primera vuelta del 22 de abril, rechazó "dar confianza ni mandato" a los dos candidatos que se enfrentarán el domingo y, aunque combatió las ideas de ambos, dedicó duras palabras a Sarkozy.
"Nada será como antes", advirtió Le Pen en un discurso ante varios miles de simpatizantes en la Ópera de París, en el que aseguró que Sarkozy no sólo "le hizo mal a los franceses, sino que los avergüenza".
Por su parte, Sarkozy profundizó su estrategia en busca de los votos de la ultraderecha al asegurar que Francia tiene "demasiados trabajadores extranjeros".
"Nuestro modelo de integración no funciona. ¿Por qué? Porque antes de que se integren los que se encuentran en nuestro territorio, llegan extranjeros", afirmó en una entrevista el mandatario, quien se ubica entre 8 y 10 puntos porcentuales por debajo de Hollande.
En un acto ante 200 mil personas congregados en París, Sarkozy defendió la política de ahorro de su gobierno, que "evitó una situación como la de España o Grecia". "Su papel no es la defensa de una ideología, sino de los trabajadores", gritó en referencia a los sindicatos.
Por su parte, el socialista Hollande, favorito en todas las encuestas a ganar la presidencia, realizó ayer un homenaje al ex premier Pierre Bérégovoy en Nevers, en el centro de Francia, antes de disputar hoy con Sarkozy el único debate televisivo antes de la elección.
Le Pen votará en blanco y Sarkozy endurece discurso
Le Pen dará libertad de opción a sus electores entre el candidato socialista, François Hollande, y el actual presidente.
2 de mayo de 2012,
