Cada 8 de marzo conmemoramos la lucha histórica de las mujeres por la igualdad, el reconocimiento y el ejercicio efectivo de sus derechos. Esta fecha, que ya lleva más de 115 años, refleja una tarea continua que atraviesa distintas realidades políticas, sociales y económicas.
Desde Aldeas Infantiles SOS Argentina, alzamos la voz para visibilizar las desigualdades que persisten y que limitan el desarrollo de miles de niñas y mujeres. Si bien hemos conquistado derechos fundamentales, como la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), el acceso a la Educación Sexual Integral (ESI) y el reconocimiento de la identidad de género, esos logros conviven con una realidad alarmante: la violencia de género sigue cobrándose vidas y la falta de políticas públicas efectivas profundiza la desigualdad.
Según el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, entre el 1 y el 31 de enero de 2025 se registraron 27 femicidios de mujeres y niñas, lo que equivale a un femicidio cada 26 horas.
El informe también señala que el 60% de los agresores eran parejas o exparejas de las víctimas, y que el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia sigue siendo su hogar, ya que el 70% de los casos ocurrieron en la vivienda de la víctima o en la que compartían con el agresor.
Estas cifras no son sólo estadísticas: reflejan un problema estructural que sigue sin resolverse.
A pesar de esta situación, el desfinanciamiento de políticas públicas destinadas a la prevención y la atención de la violencia de género resulta alarmante. En 2024, los programas de asistencia a víctimas sufrieron un fuerte recorte en su ejecución presupuestaria.
Según el informe “En estado de alerta”, elaborado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), la línea de asistencia en casos de violencia de género registró una subejecución del 28% en su presupuesto durante el primer semestre del año, además del despido del 38% de su personal en junio.
Por su parte, el programa de apoyo económico para personas en situación de violencia evidenció una caída del 82% en su ejecución (según datos de la web de Presupuesto Abierto del Gobierno nacional): mientras que en el primer trimestre de 2023 alcanzó a 34 mil personas, en igual período de 2024 sólo 434 pudieron acceder a este beneficio. Esto evidencia una alarmante desprotección para quienes más lo necesitan.
A su vez, las políticas de prevención también han sido afectadas. La Educación Sexual Integral (ESI), herramienta clave para la detección temprana de situaciones de violencia, ha demostrado su impacto: desde su implementación como ley hasta el año pasado, las denuncias por abuso en el ámbito escolar aumentaron un 500%, lo que evidencia su rol fundamental en la protección de niñas, niños y adolescentes.
Su desfinanciamiento representa un grave retroceso y deja a las infancias y a las adolescencias en una situación de mayor vulnerabilidad.
Este 8-M será nuevamente un espacio para reafirmar el compromiso con la lucha por la igualdad y los derechos. En Aldeas Infantiles SOS Argentina, seguimos comprometidos con la equidad de género y trabajamos incansablemente para fortalecer la igualdad dentro y fuera de nuestra organización.
Hacemos un llamado al Estado, a las organizaciones sociales y a la sociedad en su conjunto para seguir impulsando estos temas en la agenda pública. Construir sociedades más inclusivas y justas no es sólo una necesidad, sino una responsabilidad colectiva.
La deuda con las mujeres y las niñas es urgente. Y no puede esperar.
* Directora de Programas de Aldeas Infantiles SOS en Argentina