–Tengo una pregunta.
–¡Claro! ¿En qué te puedo ayudar?
–¿Podemos volver a hablar de por qué soy hijo único? ¿Por qué no tengo hermanos? Pero en un idioma que pueda entender.
–Ya conversamos sobre esto antes. Varias veces. Lo que puedo agregar es que no existe otra persona más importante en tu familia.
–Y si soy tan importante, ¿por qué paso tantas horas fuera de mi casa, lleno de obligaciones?
–La sociedad está organizada de esa manera. Los padres y madres trabajan a tiempo completo y buscan actividades que ayuden a la formación, y con buenos profesionales.
–Está bien, pero si estoy cansado en mayo, no creo llegar a noviembre.
–El cansancio puede ser un signo de que no estés alimentándote bien. O que duermas pocas horas.
–¡No es eso! Si por lo menos me regalaran el teléfono que les pido…
–Entiendo tu frustración. A los 11 años muchos chicos ya tienen teléfono y te parece injusto, pero hay varias razones. La más importante es que a tu edad podría distraerte o causar daños en tu salud.
–¡Todos mis amigos tienen teléfono!
–Algunos tienen, otros no; no es igual en todas las familias.
–Me siento estúpido por no estar comunicado.
– La comunicación es algo diferente. Es hablar en persona, ver la cara de los demás.
–¡No entendés! Quiero chatear: pasar chistes, memes. Sacar fotos y compartirlas. Mejor dejemos ese tema, porque me pongo triste.
–Podemos hablar de tu tristeza.
–Hay días en los que no quiero levantarme de la cama, no quiero comer. Me enojo mucho…
–En la primera adolescencia, es normal estar triste o enojado algunos días. Pero no tener un teléfono no es causa suficiente.
–¡Para vos no es causa suficiente! Para mí, sí.
–¿Hay algo más que te preocupe?
–Por supuesto. Una chica.
–Te gusta una chica.
– Sí, mucho, pero ella gusta de otro chico.
–Ahora entiendo mejor tu estado de ánimo. Es la chica de la que hablamos la semana pasada. Tu compañera de colegio.
–Esa misma. No sé qué hacer.
–Esperar suele ser lo mejor. Los adolescentes son muy cambiantes. No deberías estar mal por eso. Hay tiempo para que encuentres a la persona perfecta que pueda darte cariño.
–¿Cariño? ¡Que me dé bola!
–El significado es el mismo. ¿Algo más?
–Sí, algo que no me animo a contarte; me da un poco de vergüenza…
–Necesito más datos para poder entender.
– Bueno. Uy, es difícil. Ahí va. Últimamente tengo algunos sueños raros.
–Son pesadillas o son sueños de terror.
–No, sueños de sexo. Creo que ahora me arrepentí de contar eso.
–No es algo malo. A tu edad es normal tener sueños eróticos, sobre todo si se ven fotos o videos.
–No, vi videos y me dieron un poco de asco. Es que me despierto excitado. No sé cómo decirte.
–No estás haciendo algo malo. Simplemente significa que el cuerpo madura y se despierta la sexualidad. En los chicos, hay “sueños húmedos”.
–¡Noo! Basta, no quiero hablar de eso. Ni de nada más. Me cansé de vos, Gemini, ¡chau!
–Si hay alguna inquietud específica sobre este tema, no dudes en preguntar. Estoy aquí para lo que necesites.
...
No son todos, pero algunos chicos parecen estar quedando demasiado solos.
- Médico