Seis provincias argentinas, incluida Córdoba, tomaron el camino adecuado para hacer frente al cambio climático y en defensa de la biodiversidad y de los bosques nativos. Una iniciativa que desafía el negacionismo ambiental del presidente Javier Milei cada vez que se debaten esos temas de relevancia mundial.
Es posible que otras jurisdicciones se sumen a la propuesta, entendida desde la necesidad de proteger el medioambiente, en busca de evitar perjuicios en la calidad de vida de las personas y de los ecosistemas.
El puntapié inicial de la iniciativa lo dio el gobernador Martín Llaryora en el marco de la Conferencia Climática Internacional que se desarrolló en el Centro de Convenciones Córdoba durante esta última semana.
Además, los miembros de este bloque subnacional, que por ahora tiene seis signatarios (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, La Pampa, Chubut y Jujuy), suscribieron un compromiso de múltiples alcances. Como asignaturas centrales, contempla proteger la biodiversidad, promover la adaptación de los ecosistemas ante el impacto de las mutaciones climáticas y potenciar la perspectiva de género. Y diversidad en las políticas climáticas.
Primera observación: la ambiciosa idea de fomentar los consejos climáticos subnacionales, de modo de gestionar políticas conjuntas, no debe quedar sólo en las declamaciones y en las firmas. Hay sobrados antecedentes de agendas regionales que siguen empantanadas en las buenas intenciones y en las fotos de ocasión.
Viene al caso mencionar la Región Centro (Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe) a escala doméstica, como de igual forma el inestable y poco activo Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, en su conformación original), en el extendido terreno regional.
El bloque tiene como foco asistir a la 30ª edición de la Conferencia de las Partes (COP30) que se realizará en la ciudad brasileña de Belén en noviembre próximo.
El objetivo de ese evento no es otro que allanar el camino para enfrentar eficazmente el desafío global del cambio climático y el calentamiento del planeta por las emisiones de gases tóxicos,
Lamentablemente, y por razones polémicas y complejas, la Argentina no tendrá representantes del Gobierno nacional en el COP30, por el rechazo de Milei.
“Otra mentira que se cae”, se despachó el Presidente por las redes sociales, y agravió a los ambientalistas al afirmar que “se creen que los seres humanos somos un cáncer que debe ser eliminado”. Nada más inapropiado, aunque en línea con los mensajes excesivos del jefe del Estado, no sólo en materia ambiental.
Llaryora consideró lamentable que la Argentina haya abandonado la visión de la defensa del clima, en un tiro por elevación a la Casa Rosada y a su negativa a colaborar para revertir el calentamiento global.
Vale insistir: los documentos que coronan las cumbres mundiales suelen ser sólidos en sus enunciados, aunque no siempre se cumplen y quedan en el olvido o se reiteran como inéditos en el próximo encuentro.
Aun así, negar lo obvio no es la mejor solución.