Ni las fuertes sospechas de intencionalidad respecto del inicio de los devastadores incendios de bosques en la localidad rionegrina de El Bolsón alcanzaron para que los diputados nacionales se pusieran de acuerdo en aprobar un proyecto de ley que agrava las penas a los responsables de semejante delito.
El desconcierto fue mayúsculo, al punto que los diputados oficialistas dieron marcha atrás pese a que el propio Gobierno nacional había anunciado que el tema en cuestión abriría el debate en la sesión plenaria del pasado miércoles.
Como si el asunto no mereciera una definición de amplio consenso y de pronto tratamiento, los legisladores libertarios y otros afines al poder central decidieron que la discusión se postergara hasta las sesiones ordinarias; es decir, luego del 1 de marzo.
Una vez más quedó expuesta la falta de compromiso de los parlamentarios (la Cámara de Senadores no es la excepción a la regla) para avanzar en iniciativas de evidente interés comunitario, como son la prevención de los incendios forestales y la condigna sanción a los inescrupulosos que los provoquen.
No se entiende, además, por qué el Gobierno nacional decidió de apuro presentar un proyecto propio pese a que hace meses había otro acordado en comisión y listo para ser votado en el recinto bajo el impulso de exponentes patagónicos, entre ellos el diputado rionegrino Martín Soria.
La cuestión ingresó en un callejón sin salida cuando la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y su par de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, elaboraron un dictamen que tiene sustanciales diferencias con el anterior sobre el manejo del fuego y la protección de los parques nacionales. Conclusión: las incongruencias fueron suficientes para abortar el debate que el Poder Ejecutivo había anticipado.
Para agregar incertidumbre en este entramado de idas y vueltas, retorna a escena el nombre de Jones Huala, un personaje que se reivindica mapuche y que pretende recuperar los territorios de sus presuntos antepasados.
En esa proclamada lucha por los derechos de los pueblos indígenas, Huala, quien ya cuenta con varias denuncias por acciones de vandalismo, no ahorra acciones y declaraciones violentas. Por ello, el diputado Miguel Ángel Pichetto (Encuentro Federal) lo hizo responsable de los incendios.
Demasiados incendios sacuden diversos territorios del planeta como para que en el Parlamento argentino se desate una competencia de intereses políticos sobre qué proyecto debe ser convertido en ley. Lo cierto es que, aun en situaciones de emergencia, seguimos asistiendo a los escándalos que nos devuelven las imágenes de sesiones para el olvido.
Es tiempo de dar a la Justicia las herramientas legales tendientes a sancionar debidamente a los infractores incendiarios y de proveer los elementos necesarios a los bomberos que arriesgan sus vidas. Un desafío que, sin embargo, será dificultoso mientras los recortes a ultranza del poder libertario afecten a decenas de brigadistas de las áreas pertinentes.