Las transacciones comerciales con pagos por medios electrónicos siguen generando reclamos de mucha gente que se siente engañada o estafada.
Las denuncias por estos y otros incumplimientos de parte de los vendedores se van sumando como un efecto colateral de las presuntas defraudaciones atribuidas a la firma desarrollista Márquez y Asociados, la cual al parecer dejó un reguero de víctimas que procuraban cumplir el sueño de la casa propia.
Ese escándalo de grandes dimensiones en la provincia de Córdoba ha alertado a mucha gente respecto de posible fraudes, tanto presenciales como virtuales.
Respecto de los virtuales, hay que estar atentos y tomar todos los recaudos frente a los avances tecnológicos que, sin poner en tela de juicio su confiabilidad y utilidad, en algunos casos pueden ser empleados para engañar a quienes no tienen experiencia en este tipo de interacciones.
No es una mera presunción. Como dimos cuenta días atrás, desde la Dirección Provincial de Defensa al Consumidor alertan que el auge de los medios de pago electrónicos ha incrementado la cantidad de fraudes por esta vía, lo que se traduce en el aumento de denuncias.
En función de lo que enumera el titular del organismo, Diego Puente, resulta preocupante, a la vez, que se distingan los incumplimientos en función de un ranking donde, además de las desarrollistas de viviendas, aparecen las entidades financieras y bancarias y las concesionarias de automóviles y motos.
Es cierto que muchos conflictos se solucionan con la buena predisposición de las partes, pero en el terreno de las operaciones virtuales es común caer en una estafa.
En tal caso, las medidas de seguridad deben comprometer no sólo a los usuarios sino también a las empresas del rubro, como garantes de una transacción de buena fe.
En cuanto a los damnificados por la firma Márquez y Asociados, las demandas no dejan de crecer en las oficinas de Defensa al Consumidor y en sede judicial.
Y son los propios desarrollistas cordobeses enmarcados en la legalidad quienes aconsejan a los posibles compradores de unidades habitacionales cerciorarse hasta en la letra chica de los contratos, de modo de no sufrir una estafa como la que investiga la Justicia en relación con la citada compañía. Examinar a fondo los antecedentes de la empresa y de sus dueños es otra acción que no se debe omitir, ya sea a nivel presencial o digital.
Nadie está exento de caer en manos de estas bandas que lucran con el sueño de gente de recursos acotados y en tiempos de un fenomenal déficit habitacional.
Al respecto, a principios de este mes el Departamento Delitos Económicos de la Policía de Córdoba desarticuló una banda acusada de estafar a incautos con la venta de casas prefabricadas en la ciudad de Córdoba. Una especie de “empresa familiar” que, según la causa judicial, habría recibido diversos montos de dinero y bienes de sus clientes sin cumplir con las casas prometidas.
El derecho a denunciar y la celeridad de la Justicia podrán poner fin a estas acciones delictivas.