Las autoridades municipales de la ciudad de Córdoba han alertado sobre una caída pronunciada de la provisión de insumos médicos para métodos anticonceptivos e interrupción voluntaria del embarazo, que venía sosteniendo el Estado nacional hasta diciembre de 2023.
Para el adecuado cumplimiento de la normativa vigente sobre salud reproductiva, la Municipalidad de Córdoba instrumentó un programa de salud sexual integral que incluye el acceso gratuito a métodos anticonceptivos, la provisión de preservativos y de medicación para la interrupción del embarazo para personas que lo soliciten voluntariamente.
Este programa contó desde su inicio con el respaldo presupuestario del Estado nacional, dado el carácter de interés público de sus objetivos.
Según los datos oficiales más recientes, más de 30 mil mujeres que se atienden únicamente en el sistema público de salud acceden a ese programa municipal, que se ejecuta en un centenar de centros de salud locales.
Desde diciembre de 2023, el suministro de los insumos críticos cayó 64% y el erario municipal tuvo que suplir con recursos propios los fondos detraídos por la administración nacional, con una inversión aproximada de unos $ 150 millones por mes.
La advertencia formulada por las autoridades de la ciudad de Córdoba puede extrapolarse, con algún grado razonable de certeza, a la situación que atraviesan los programas de salud reproductiva en otras ciudades y comunas de la provincia.
Una de las herramientas utilizadas en la emergencia para suplir la caída en la provisión nacional de insumos ha sido también la inclusión de anticonceptivos orales e inyectables en la nueva modalidad de receta electrónica. Es una alternativa que sólo es factible de ser aplicada en los casos de pacientes con acceso a cobertura sanitaria exclusivamente pública.
El deterioro progresivo y pronunciado en el financiamiento nacional de los programas de salud reproductiva afecta, además, la evolución de los métodos que se comenzaron a aplicar desde la aprobación de la legislación vigente sobre interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
Esa evolución incluye desde la promoción sostenida de anticonceptivos reversibles de acción prolongada –conocidos como DIU y SIU– a los implantes subdérmicos, que demostraron su eficacia especialmente en la franja etaria más joven.
El programa de salud reproductiva basado en la provisión de anticonceptivos ha sido de los más exitosos para prevenir embarazos en adolescentes vulnerables. No sólo es necesario sostenerlo con eficiencia para cumplir la normativa vigente, sino especialmente por los beneficios sociales comprobados tras su aplicación.
La persistencia en el país de un gravísimo problema de vulnerabilidad social estructural, que se ha cristalizado durante las últimas décadas por la cíclica incursión de la economía en crisis de vasta profundidad, torna tan importante como urgente la aplicación eficaz de programas de salud reproductiva.
Es de esperar que las autoridades nacionales subsanen de inmediato la desatención presupuestaria puesta de manifiesto, puesto que su obligación con la normativa vigente no es otra que cumplirla. Sin someter sus fines de orden público a prejuicios de carácter ideológico o subestimar sus efectos comprobados con pretextos al menos controvertibles de prioridad macroeconómica.