Los acontecimientos ocurridos a diario en nuestra sociedad hacen que, como seres humanos, tengamos que padecer ciertas preocupaciones que pueden llevarnos a un agotamiento psicológico que afectan negativamente en nuestro carácter.
Las malas noticias que permanentemente seguimos producen emociones que afectan nuestra mente. Todo lo negativo que sucede a nuestro alrededor hace que vivamos bajo un nivel de tensión emocional que nos puede quitar la vitalidad que tanto necesitamos.
Es entonces que se produce la fatiga emocional, que genera un cansancio mental debido a sentimientos de angustia y depresión, todo lo cual deja a la persona emocionalmente exhausta y agotada.
Las situaciones adversas siempre se van a producir más allá de la posición que tomemos frente a ellas. Tener una actitud positiva es importante, porque nos permite ser agradecidos al ver todo lo bueno que realmente hay a nuestro alrededor y así poder valorarlo.
De esta manera, podremos asumir las cosas con optimismo y esperanza. Reconocemos que cuando se pierden las fuerzas frente a situaciones negativas, vemos que se nos hace un tanto difícil poder recuperarlas solos. Es entonces cuando tomamos conciencia de que necesitamos ayuda.
El relato bíblico dice: “Mientras Moisés mantenía los brazos en alto, la batalla se inclinaba a favor de los israelitas; pero cuando los bajaba, se inclinaba a favor de los amalecitas. Cuando a Moisés se le cansaron los brazos, tomaron una piedra y la pusieron debajo para que se sentara en ella; luego Aaron y Jur le sostuvieron los brazos, uno el izquierdo y otro el derecho, y así Moisés pudo mantenerlos firmes hasta la puesta del sol” (Éxodo, cap. 17, vers. 11 y 12).
En este relato, se ve a Moisés recibiendo ayuda de sus amigos, quienes le levantaron los brazos frente al ataque de los enemigos. Lo importante es no bajar los brazos ante la adversidad y aceptar ayuda para recobrar las fuerzas y obtener el triunfo. Si humanamente no podemos conseguirlo, tenemos la ayuda de Dios, que puede fortalecernos en la medida que a Él nos acerquemos. Él siempre está dispuesto a levantarnos los brazos caídos, debido a que puede ayudarnos como Aaron y Jur lo hicieron con Moisés. Así, tendremos la posibilidad de obtener frente a la adversidad, la victoria que cada día tanto necesitamos. Dios te bendiga.
* Pastor evangélico. Miembro del Comipaz
