Nada tan oportuno como aquello que dice: “el contexto cambia los textos”, donde las transformaciones tecnológicas y los cambios comportamentales pospandemia de los públicos nos desafían a repensar permanentemente la forma de vincular, comunicar y vender.
La realidad socio económica de nuestro país y las nuevas exigencias de los clientes, caracterizados por ser: infieles, impacientes, vengativos e indiferentes, pero imprescindibles para todo negocio, nos motiva a rediseñar espacios de integración centrados en las experiencias como ser los eventos, considerados verdaderas herramientas de comunicación y marketing.
El desafío para las Pymes y los emprendedores locales, es redefinir lo que contamos a los clientes, el entorno en el que les hablamos y la experiencia que aquellos vivirán con nuestras marcas.
Córdoba y la industria de los eventos
En la provincia, el desarrollo de la industria de los eventos no solo es cuantitativo, ya que se adapta a las nuevas exigencias de un mercado centrado en las personas y en las nuevas formas de consumir, comprar, pagar y disfrutar; con equipos de profesionales que a través de la planificación y el compromiso sostenible, organizan en Córdoba verdaderas oportunidades de negocios con alcance social, cultural y económico.
Con más de 20.000 visitantes y 300 expositores de todo el país, se desarrolló hace unos días el evento del sector más importante del país: la 18° edición de Expo Delicatessen & Vinos y la 3º Expo Deli Saludable en el Centro de Convenciones Córdoba.

Se trató de una verdadera vidriera comercial que en época de inteligencia artificial y escenarios virtuales, legitima el contacto cara a cara y la estrategia de experiencias para el posicionamiento de productos y marcas.
¿Cuál es el éxito de este tipo de evento?
Ante la pregunta, la respuesta es: la necesidad del cliente de dialogar con las marcas en un ambiente facilitador y sentirse considerado, ya que las exposiciones y ferias ofrecen la posibilidad de observar y escuchar al público en vivo y en directo, fórmula mágica de cualquier negocio exitoso.
Un estudio reciente sobre el comportamiento del consumidor en épocas de crisis, afirma que ante dos ofertas de un mismo producto el cliente elegirá aquella que cuente una historia, sobre todo inspirada en aspectos identitarios y sustentables.
En Expo Delicassen & Vinos me sorprendió el microclima que cada marca creaba con su público, donde la experiencia se potenciaba en cada sorbo maridado con la tonada tucumana, santafecina, norteña o peruana.
Es así que en cada botella vendida, el cliente se llevaba parte de una historia única, encantadora y cargada de emoción relatada en primera persona.
Aquella feria, denominada así al evento que además de exponer cuenta con la posibilidad de comprar, testimonia la necesidad de las organizaciones de conversar con su audiencia, rescatando valores de sus antepasados, fundadores o su compromiso con la sociedad. De esa manera, el público se predispone a escuchar, probar y posteriormente comprar el texto, cuento, discurso o promesa.
Los organizadores de eventos son verdaderos constructores de climas que predisponen a los clientes a vivir experiencias inolvidables que se disfrutan con todos los sentidos, en un ambiente relajado, descontracturado y por lo tanto planificado.
El desarrollo del sector de los eventos cordobeses en general y de las ferias en particular, es fruto de esta sinergia del mercado centrado en las experiencias personales, pero sobre todo de profesionales locales que saben cómo crear responsablemente la magia en cada encuentro.
*Cristian Fonseca. Comunicador institucional, docente de ceremonial, codirector de la Diplomatura de Eventos y Espectáculos (UBP).