Cualquier ciudadano puede ingresar a la web del Senado de la Nación y con un simple clic acceder al perfil de cada senador. Una solapa titulada “personal” es la puerta de ingreso para conocer la cantidad y el nombre y apellido de asesores parlamentarios transitorios que tiene a cargo cada legislador.
En Córdoba, sólo es posible conocer una parte ínfima del personal designado por los legisladores que componen la Unicameral. En el llamado “portal de datos abiertos”, sólo aparece un listado de 74 “asesores” blanqueados públicamente, a razón de uno por legislador.
La identidad del resto de los 884 asistentes legislativos reconocidos por las autoridades de la Unicameral se mantiene en estricto secreto.

Sin éxito, La Voz requirió por distintas vías el detalle de ese personal. Primero solicitó el listado a través del área de Prensa. Luego realizó un pedido de acceso a información pública, que no fue contestado por las autoridades. Por ello, insistió a través de un amparo judicial que fue admitido. Cuando se vencía el plazo para responder ese recurso, la Unicameral contestó vagamente sin dar los detalles solicitados y para no brindar la información se amparó en supuestos precedentes judiciales. En paralelo, la Provincia, a través del procurador del Tesoro, planteó que no está obligada a entregar esos datos, pese a la respuesta parcial de la Unicameral, un día antes, ante la presión del amparo.
Sería mucho más sencillo si los datos estuvieran disponibles como sucede en el sitio del Senado. Si no hay nada que esconder, no se explica el nivel de reticencia.
No hay que olvidar que son sueldos que pagamos todos.