Este 28 de septiembre se conmemora el Día Mundial de las Noticias (World News Day) y el Día Internacional de Acceso Universal a la Información. Este es un momento para recordar que, si perdemos nuestro derecho de acceso a la información y si el periodismo independiente pierde la capacidad de informar de los hechos, nuestros derechos y nuestras democracias podrían desaparecer por completo.
Notas por el Día Mundial de las Noticias
Tiempos de oscuridad, por Fernando Belzunce
Mereces la verdad, no la interpretación que la IA haga de ella, por Liz Corbin
EE.UU. ya no es un bastión de la libre expresión, por Martin Baron
Periodismo bajo asedio, por Phil Chetwynd
El acceso a la información es un derecho humano que nos capacita para tomar decisiones informadas, participar en procesos democráticos y exigir la rendición de cuentas de nuestros lideres. También resulta crucial para la supervivencia en una gran variedad de situaciones.
En el contexto de un desastre natural, la información oportuna sobre las rutas de evacuación, los refugios y las condiciones meteorológicas puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En emergencias de salud pública, como se observó durante la pandemia de Covid-19, la información precisa sobre los síntomas, los métodos de prevención y las diversas opciones de tratamiento ayudan a las personas a protegerse a sí mismas y a los demás. Asimismo, en zonas de conflicto, es vital saber sobre las zonas seguras y las formas de acceder a la ayuda humanitaria.
Demanda de transparencia
Actualmente, 139 países cuentan con marcos legales de acceso a la información y el 90 por ciento de la población mundial reside en un país donde este derecho está consagrado por ley. Hace tan sólo 30 años, menos de 20 países formaban parte de este grupo.
Datos de la Unesco (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) indican que en 2022 se procesaron 3,5 millones de solicitudes de información pública, y en 2024 esa cifra aumentó a 6,7 millones, lo cual es una clara señal de que la gente demanda transparencia. El número global de solicitudes de información está en aumento con la llegada de soluciones digitales que facilitan su procesamiento.
Sin embargo, persisten importantes brechas en algunas regiones del mundo. En África, los datos recopilados en 2024 por el Centro Africano para la Libertad de Información revelan que 29 de los 55 países de la región cuentan con marcos legales de acceso a la información, pero su implementación a menudo es deficiente.
La Unesco ayudó a establecer la Red Africana de Comisionados de la Información (Anic, en inglés), que permite a los organismos garantes del continente comunicarse de manera regular sobre las formas más efectivas de implementar y hacer cumplir las leyes de acceso a la información, y contribuye a elevar el perfil de este derecho en los foros de derechos humanos del continente.
El acceso a la información pública es un recurso valioso para el periodismo, y además es un vector esencial para que la ciudadanía acceda a la información. El periodismo ha sido siempre un puente clave entre los gobiernos y la ciudadanía.

Bien público
Cuando la función pública guarda silencio, el periodismo investiga; verifica la información y comunica al público lo que realmente está sucediendo. El periodismo no es sólo un trabajo: es un bien público.
Detrás de cada noticia importante, hay alguien que formula preguntas difíciles. Las y los periodistas utilizan regularmente las leyes de acceso a la información para llevar a cabo sus investigaciones y develar historias que propician cambios significativos. No obstante, este crucial mecanismo democrático se encuentra cada vez más amenazado. El periodismo se enfrenta a la violencia, la censura y el acoso en línea.
En 2024, el 70% de los periodistas que respondieron a una encuesta global de la Unesco afirmaron haber sufrido ataques que iban desde el acoso en línea hasta amenazas legales y violencia física durante la cobertura de cuestiones medioambientales. Las redacciones independientes están siendo asfixiadas financieramente. La desinformación satura nuestros canales y a menudo se propaga más rápido que los hechos. La niebla de las mentiras se vuelve más densa, mientras que la confianza en la verdad se desvanece.
Por ejemplo, esto lo observamos en cuestiones relacionadas con el cambio climático. Este fenómeno llevó a la Corte Internacional de Justicia y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a reconocer que el acceso a la información ambiental es esencial para abordar este problema: no se puede proteger lo que no se puede ver o comprender.
Qué hacer
Entonces, ¿qué podemos hacer?
Podemos instar a nuestros gobiernos a que apoyen el periodismo de calidad respaldando a los medios de comunicación independientes y aplicando plenamente las leyes de acceso a la información. Y podemos denunciar la desinformación tan pronto como la detectemos, e instar a los políticos, a las plataformas digitales y a las empresas de inteligencia artificial a que rindan cuentas.
El acceso a la información no es una amenaza, sino una oportunidad para nuestras sociedades. Hoy y cada día, defendamos nuestro derecho a saber.
*Presidente del Foro Mundial de Editores
**Subdirector General de la Unesco para Comunicación e Información. Este artículo fue encargado para conmemorar el World News Day, campaña de la industria de los medios informativos para destacar el valor del periodismo.