Lo bello les dice a las personas que son importantes. (Arthur Danto)
Hace un tiempo que la ciudad de Córdoba se siente turística. Es una realidad que se percibe y, por cierto, es cada vez más comentada. Lo atestiguan visitantes e inclusive vecinos no necesariamente vinculados con esa industria.
Comentarios aparte, hace unos días el Circom premió al área de Turismo por “la transformación del Mercado Norte en un punto estratégico del turismo de la Ciudad” y esta distinción acompañó el reconocimiento de la Red Federal de Destinos Turísticos de la Argentina por una “Gestión turística exitosa”.
Lo llamativo es que, este celebrado componente de nuestra ciudad, según importantes estudios académicos, no está vinculado con el majestuoso oleaje de nuestro querido Río Suquía o sus amplias playas. Por el contrario, el gran diferencial para la elección de Córdoba Capital ha sido, y es, lo cordobés.
Para no confundirnos: nos referimos a la obra de las personas. El patrimonio arquitectónico, nuestras músicas, la gastronomía y la creatividad. Todos nuestros museos, los teatros, bares y, por supuesto, nuestro humor, son la razón mayor para sentirnos orgullosos y elegidos.
Somos aprovechadores
En todo caso, la belleza natural de toda la provincia es un distintivo que aprovechamos, en articulación con nuestros hubs aéreo y terrestre, para trabajar con las localidades amigas. Por cierto, “aprovecharnos” de nuestras condiciones y potenciarlas ha de ser, sin dudas, otra de nuestras virtudes.
Mientras una parte de la dirigencia descree de la capacidad para construir empleo desde el turismo –o la cultura– y mira con indiferencia uno de los grandes motores del desarrollo, con un profundo calado en el emprendedorismo, Córdoba Capital demostró todo lo que se puede crecer.
Ya se dijo, pero vale repetir: crecer sosteniblemente, con bajo impacto ambiental y mucho derrame social. Otro importante valor del gran sector que involucra a miles de trabajadoras (son mayoría las mujeres) y que probablemente lo instale entre los cinco ámbitos productivos más importantes de la sociedad.
Gastronomía, espectáculos y –como negarlo– educación nos embellecen y han puesto a Córdoba en un honroso lugar destacado del país. A tal punto que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sumó a Córdoba como única ciudad (entre 107), representante de toda Argentina, en el Programa Turismo Futuro, lo que le posibilitó tener un plan de ayuda internacional para innovar de modo acelerado en 2023.
No perdamos de vista que esto no siempre fue así. Córdoba Capital miraba con envidia a las ciudades hermanas dentro de la provincia, así como a otras capitales nacionales cuyos atractivos naturales las volvían preferidas sin un proyecto propio. No se autopercibía linda.
Recién en estos años nos sentimos en condiciones de acompañar la tendencia contemporánea que potencia el interés por metrópolis como Lima, Montevideo y, especialmente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, de la mano de su oferta patrimonial y de entretenimiento.
Con este reperfilamiento de un nuevo turismo urbano, nuestra ciudad encontró la oportunidad de complementar estas nuevas prácticas turísticas. Al reconocido músculo organizativo de congresos (desde el municipio se impulsó el cluster de congresos, convenciones y espectáculos), le sumó impulso desde la promoción de su patrimonio jesuítico, la figura de san José Gabriel Brochero y, en otro ámbito de la religiosidad, el reconocimiento a la misa cuartetera y su peculiar liturgia.
También demostramos pasión y esfuerzo a la hora de brindar lo mejor, fomentando capacitaciones de muy variada índole y destinatarios: desde pequeños comerciantes (¡hasta Johny, el pralinero estrella de la Supermanzana Histórica, cursó un programa de anfitriones turísticos!) hasta empresarios hoteleros.
Los resultados están a la vista: 2022 fue récord histórico de visitantes en la ciudad, lo cual dejó marcada una tendencia pospandemia que, más allá del malestar económico y social del país, continúa destacando a Córdoba Capital como el gran destino urbano del país.
Belleza y bondad, conseguidas por obra y gracia de los cordobeses, condiciones que debemos seguir cultivando en los próximos años.
* Director General de Turismo de Córdoba