Una mirada rápida pero objetiva a la foto actual de la política argentina nos devuelve, con una claridad indiscutible, la imagen de una tempestad. Y esta se genera por los barquinazos que han ido de extremo a extremo de lo ideológico, en medio de descalificaciones e insultos cruzados, sin lugar para el diálogo ni para el consenso.
Es en ese contexto donde cobra especial valor para el presente y el futuro del país la conformación del bloque de Provincias Unidas en la Cámara de Diputados. Una voz de peso que puede superar los 20 legisladores. Estos se suman a los senadores de la misma alianza, para lograr así una tercera fuerza que, además de aportar equilibrio y sensatez frente a la actual disputa sin reparos entre libertarios y kirchneristas, logre la tan necesaria cuota de federalismo al rumbo de un país que tiene una extensión tan inmensa como ignorada por los sucesivos poderes centrales.
Desde esa perspectiva, y con esa vocación de diálogo, se abren también las puertas para una gran reconciliación nacional entre Capital e interior, para hacer que el corazón productivo del país se ponga al servicio de un proyecto integrador y sostenible de crecimiento, en el que cada región aporte sus riquezas y potencie sus virtudes.
Se trata de bloques que también llevarán al principal escenario del debate nacional la mirada y la experiencia de gobernadores con gestiones exitosas y responsables. Líderes de estados subnacionales, que en estos últimos dos años aportaron trabajo y creatividad para sostener sus territorios pese al desentendimiento del Gobierno nacional en acciones clave para el desarrollo y el bienestar social, como lo son las obras de infraestructura, la educación pública y la salud.
A todos esos diferenciales positivos, el nuevo bloque en Diputados añade la posibilidad concreta de ser presidido por una mujer. Algo poco común en el concierto de un Congreso que logró sumar presencia femenina, pero a la cual le ha costado equiparar el protagonismo masculino, tanto dentro como fuera del recinto, desde los pasillos de poder hasta la vidriera de los medios.
Es importante destacar, asimismo, que los integrantes de esta fuerza coinciden en que es primordial que al Gobierno nacional le vaya bien para que le vaya bien al país, por lo que, lejos de convertirse en una máquina de impedir, actuarán siempre en función de lograr las leyes y acciones que permitan acelerar el desarrollo argentino.
Por todo ello, veo con entusiasmo y optimismo el nacimiento de esta tercera fuerza, con la expectativa de que logre llevar al Congreso las coordenadas de un rumbo que conduzca al país y a los argentinos al destino que desde hace tantos años nos merecemos.
*Vicegobernadora de la provincia de Córdoba

























