Al igual que la hoja de ruta que trazan los veraneantes, Javier Milei señaló la que seguirá el Gobierno este año, clave en materia electoral.
El itinerario finalizará en octubre, cuando la sociedad decida básicamente si está conforme con este plan económico.
La sociedad avala la estabilidad macroeconómica, reflejada en la fuerte desaceleración de la inflación y en un dólar estable, pero reclama por una mayor calidad en el empleo (“en blanco”) y por mejores haberes para trabajadores y jubilados.
El politólogo Andrés Malamud sostiene que, luego que la sociedad asume un valor –en su momento la democracia; ahora, la estabilidad–, pasa a otra etapa.
Este período podría denominarse “crecimiento con justicia social”, conjetura.
Ruta con obstáculos
¿Está ese objetivo en la ruta que trazó Milei a pocas horas del comienzo del año?
Podría decirse que sí implícitamente, cuando el Presidente reafirma su compromiso con los superávits primarios (los ingresos superan a los gastos) y financieros (la línea azul se mantiene luego del pago de los servicios de la deuda).
Junto con ello, Milei volvió a prometer que trabajará en una reforma impositiva y en la salida del cepo, además de en una reforma previsional tras las elecciones legislativas.
La baja de los impuestos es urgente, luego de que sociedades líderes del sector agropecuario incumplieron con el pago de sus deudas.
Más allá del imaginario popular, los márgenes agrícolas se redujeron en forma notable por la suba de los insumos y de los costos en dólares, mientras que los valores de los granos caen a mínimos de al menos tres años atrás.
Una alerta para la cadena del sector más dinámico de la economía.
El Banco Central cerró un acuerdo con un pool de entidades para lograr un Repo (préstamo garantizado con bonos de la deuda), que permitiría engrosar sus reservas.
La salida del cepo y con ello el alivio para diversas actividades (por ejemplo, el campo y la industria) parecen más próximos que la fecha tentativa de mediados de 2025, que se menciona habitualmente.
En las últimas horas, Domingo Cavallo alertó sobre “la apreciación exagerada del peso”, que estimó en 20% con relación al dólar.
Provincias en jaque
Es improbable que las inversiones modifiquen en el corto plazo la situación en las provincias que son “empleodependiente” del Estado.
Varias de ellas, como Formosa, Chaco y Santiago del Estero, entre otras, carecen de atractivos para las grandes inversiones que el Gobierno imagina.
Milei llamó a 2025 como el año de la “reconstrucción de la Nación”.
Córdoba tiene el desafío de consolidar el proyecto agroindustrial, que es el motor de gran parte de la actividad económica.
La industria metalmecánica, los servicios en educación y en salud y el turismo completan la diversidad productiva que ofrece Córdoba.
Martín Llaryora hace equilibrio para mantener en pie a tales sectores sin recibir los latigazos que los libertarios lanzan –sin razón– contra quienes discuten su “modelo”.
¿Alcanzará la recuperación que proclama Milei para allegar fondos que le permitan a Córdoba sostener la obra pública, los subsidios al transporte y los pagos de la Caja de Jubilaciones?
Nadie lo sabe con certeza, aunque será más accesible el endeudamiento con una tasa de riesgo país en torno de los 600 puntos básicos (6% por encima de lo que rinden los bonos norteamericanos).
Rezagados
El acuerdo alcanzado por el camionero Hugo Moyano es una señal de la ruta que facilitará el Gobierno en materia de salarios.
La suba en diciembre (2,2%), en enero (1,8%) y en marzo (1,5%) está a tono con las pretensiones oficiales, pero lejos de los reclamos sindicales, en especial, de los gremios estatales.
Los sindicalistas del sector público exigen recuperar la caída experimentada en 2024. El pedido está condicionado por la pérdida de 36 mil posiciones el año pasado. Otras 40 mil están en riesgo en 2025.
Los salarios se deprimieron de tal modo que casi uno de cada tres trabajadores en blanco está bajo la línea de la pobreza.
Los jubilados tienen su propia hoja de ruta, pero apenas para lograr una supervivencia digna.
Los planes trazados por Milei tienen numerosas incógnitas sobre el “cómo” para lograr objetivos que la sociedad reclama desde hace tiempo.
La salida aún requiere de mucho esfuerzo, aunque el Presidente no usó esa palabra en los augurios para este año.
