En una sociedad convulsionada como la nuestra, se hace muy difícil establecer acuerdos entre todos y permitirnos de esta manera vivir en paz y armonía, como sería nuestro deseo.
Días pasados, desde el Comipaz convocamos a firmar un pacto de responsabilidad y compromiso ciudadano a los fines de afianzar lazos de hermandad y de responsabilidad con nuestros prójimos, ratificando así los valores de la vida y de la paz.
En ese documento, afirmamos que la resolución de los conflictos debe darse a través de medios que promuevan el diálogo. El compromiso es entablar negociaciones que se caractericen por el debate de programas, ideas y resoluciones para establecer acuerdos pacíficos.
Es necesario poner en práctica valores como la ética, el respeto, la tolerancia, la bondad, la paz, la solidaridad, la honestidad, el amor, la libertad, la honradez, imprescindibles para alcanzar el bienestar colectivo.
Firmaron este acuerdo políticos, miembros del Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, sindicalistas, empresarios, organizaciones de base, universidades, clubes, entidades agropecuarias, medios de comunicación y demás instituciones.
Quiera Dios que todos podamos cumplir con este pacto asumido, para que el bienestar de esta generación y de las generaciones sucesivas pueda ser una realidad.
Que la puesta en práctica de este compromiso ayude a la reconciliación en todos los ámbitos de la sociedad cordobesa.
Dicen las escrituras: “Moisés le dijo a Aaron: ‘Acércate al altar y haz tu expiación y tu holocausto y haz la reconciliación por ti y por el pueblo; haz la reconciliación por ellos como ha mandado Dios’”. (Levítico 9-7)
Desde la antigüedad hasta nuestros días, siempre estuvo en el corazón de Dios que haya paz y reconciliación entre los seres humanos. Cuando los conflictos se agravan y parece no haber ninguna solución, la participación divina permite solucionar lo que es humanamente imposible.
Más que nunca es necesario que como sociedad nos acerquemos a Dios, dejando de lado intereses personales y poniendo estos al servicio de los demás.
Deseamos que cada una de las instituciones que firmaron este pacto de responsabilidad ciudadana puedan comprometerse con su esfuerzo a que la concordia y la paz no sean una utopía sino una realidad. Que Dios nos bendiga.
* Fraternidad religiosa
* Pastor evangélico, miembro del Comipaz
