Por ahora es un tema en análisis, pero en el oficialismo provincial aseguran que el gobernador Juan Schiaretti está convencido de que “una gran interna” es el mejor camino para definir las candidaturas del PJ, pensando en el lejano 2023.
Si bien la cuestión se definirá después del próximo verano, la estrategia del mandatario provincial tendría el aval del intendente Martín Llaryora, el peronista que arranca un paso adelante en la carrera por la sucesión de Schiaretti.
La idea que va tomando forma en el Centro Cívico es que la interna partidaria se concrete a fines del año próximo.
Dentro de dos años, cuando en la provincia se vote para cargos ejecutivos y legislativos, el PJ cumplirá 24 años en el poder.
Pero, el dato más fuerte es que, dentro de dos años, la coalición oficialista que lidera el PJ, que antes fue Unión por Córdoba y ahora es Hacemos por Córdoba, afrontará un escenario político inédito: deberá definir las candidaturas sin el liderazgo del fallecido exgobernador José Manuel de la Sota y con Schiaretti sin la posibilidad de la reelección.
En 2019, ya no estaba De la Sota, pero Schiaretti terminó su segundo mandato no consecutivo con una alta imagen de su gestión, lo que evitó cualquier discusión por la postulación para su reelección.
Convertido en líder indiscutido del PJ, dos años atrás, el gobernador sacó un as de la manga: impulsó a Llaryora como candidato a la intendencia de Córdoba.
Schiaretti sorprendió a propios y a extraños eligiendo al exintendente de San Francisco para la Capital, luego de la sorpresiva decisión del entonces intendente radical Ramón Mestre de pegar la elección municipal con la provincial.
Ahora se abre un panorama distinto y desafiante para el PJ. Schiaretti no puede ir por su reelección y la oposición (Juntos por el Cambio) salió fortalecida de las pasadas elecciones legislativas nacionales.
Nadie discute el liderazgo de Schiaretti, pero desde su entorno aseguran que es el primero en admitir que esta vez “el dedo” no alcanzará para resolver las candidaturas oficialistas. En este contexto, en el PJ ya hablan de una “gran interna” partidaria para definir “todos” los cargos.
Los schiarettistas aclaran que están pensando en una “interna partidaria” y no en una primaria abierta, simultánea y obligatoria (Paso) provincial, como reclaman los opositores, tomando el modelo nacional que se aplica desde el año 2011.
Lanzados
El resultado de las elecciones legislativas, con Hacemos por Córdoba como segunda fuerza, a 29 puntos de Juntos por el Cambio, aceleró los tiempos en el Centro Cívico.
Schiaretti comenzó a pensar en 2023, con el objetivo de que el oficialismo retenga el poder en Córdoba, ya sin su nombre en ninguna boleta.
Del análisis que hizo el gobernador, con su mesa chica, que entre otros tiene como integrantes fijos a Llaryora y al vicegobernador Manuel Calvo, surgió la idea de impulsar una interna para definir las candidaturas.
Los cargos más sensibles son las fórmulas para la gobernación y para la intendencia de Capital. Hay varios peronistas que no ocultan sus aspiraciones de ocupar esos binomios.
Para la sucesión del gobernador, por distintos motivos, Llaryora es el mejor posicionado para convertirse en el candidato del oficialismo.
El intendente capitalino es el peronista que mejor mide en las encuestas después de Schiaretti.
En su trayectoria política realizó varias campañas provinciales. Primero, como precandidato a gobernador (compitió contra De la Sota), fue vice de Schiaretti y también encabezó una lista de candidatos a diputados nacionales.
Además, ahora gobierna la Capital, donde vive el 38% del padrón electoral provincial. Esta puede ser un arma de doble filo: Llaryora está obligado a terminar bien su primer mandato como intendente para aspirar a convertirse en candidato a gobernador.
Llaryora no es el único peronista que aspira a suceder a Schiaretti. Manuel Calvo no descarta lanzar su precandidatura, con el argumento de ser el vicegobernador y un hombre de confianza del gobernador.
El intendente riocuartense, Juan Manuel Llamosas, también es otro que se anota en la carrera por la sucesión en el PJ. Luego del verano, Llamosas comenzará a recorrer la provincia para hacerse conocer. Ya armó un equipo de su confianza que está hablando con intendentes y con dirigentes con peso territorial.
Hay tres dirigentes que fueron candidatos a legisladores nacionales en las pasadas elecciones, que también tienen aspiraciones de terciar en la discusión provincial: Natalia de la Sota, Eduardo Accastello y Sergio Busso trabajarán para posicionarse en la provincia.
Algunos nombres pueden sorprender, pero los peronistas cumplen una regla de oro: para aspirar a algún cargo, hay que mostrarse.
Hay otra cuestión que deberá resolverse el año próximo. En marzo, el PJ está obligado a renovar su conducción, hoy encabezada por el legislador Oscar González.
En el caso del partido, la idea de Schiaretti no es que haya competencia. Buscará consensuar la nueva conducción con representantes de todos los departamentos.
