En un mensaje que ha llamado la atención, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, tradicionalmente asociado a la izquierda socialista latinoamericana, usó sus redes sociales para señalar a la emisión monetaria como la principal responsable de la aceleración inflacionaria que vive actualmente su país.
La frase exacta, publicada en X (antes Twitter), resuena con los argumentos defendidos por el presidente de Argentina, Javier Milei.
“¿Evo se suma a las Fuerzas del Cielo?“, ”Qué dirá ahora Cristina Kirchner", son algunas de las respuestas de usuarios al llamativo tuit del exlíder boliviano.
Qué dijo Evo Morales en X
“La monumental impresión de dinero que está generando el Banco Central de Bolivia es la causa principal para la elevada inflación y la pérdida de reservas internacionales que vive actualmente el país y afecte a los hogares bolivianos”, afirmó Morales.
Según su análisis, el Banco Central puso “a andar la maquinita” por instrucciones del Gobierno para financiar gasto corriente, lo cual “genera tanto daño al país”.
Morales aportó datos, citando “datos oficiales”, que indican un crecimiento del 55% en la emisión monetaria en solo cuatro años de gobierno.
Este incremento, sostiene, se ha traducido en un aumento significativo de los precios de productos de primera necesidad, mencionando ejemplos como el pan (de 0.50 a 0.75 y 1 Bs), la carne (de 40 a 80 Bs el kilo), el arroz (de 250 a 600 Bs el quintal), el aceite (de 9 a 25 Bs el litro), la leche (de 6 a 9 Bs), el azúcar (de 180 a 300 Bs el quintal), el pollo (de 14 a 24 Bs el kilo) y la harina (de 200 a 320 Bs el quintal), entre otros. Además, señaló la existencia de un tipo de cambio paralelo de 17.5 Bs por dólar, que implica una devaluación del 150% de la moneda nacional.
Evo Morales, a lo Milei
Este razonamiento monetarista de Morales representa un punto interesante, dado su perfil político. Javier Milei, presidente de Argentina, sostiene una visión similar, afirmando que “la inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario creado por un exceso de oferta de dinero”.
El exmandatario Morales aprovechó su crítica económica para lanzar un fuerte mensaje político contra el actual presidente, Luis Arce.
Acusó a Arce de nunca haber aplicado el modelo económico de su gestión, sino que, por el contrario, lo terminó “destruyendo al estilo de la derecha neoliberal”.
Morales contrastó la situación actual con el periodo bajo su presidencia (2006-2019), asegurando que entonces “nunca faltó combustibles, dólares y siempre tuvimos precios bajos y constantes de la canasta familiar”, lo que se tradujo en “estabilidad y crecimiento económico”, generando “trabajo, ahorro y comercio”.
Actualmente, Bolivia enfrenta una tasa interanual de inflación del 15%, ubicándose como el tercer país con los niveles más altos de la región, solo por detrás de Venezuela y Argentina. El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una tasa de inflación del 15,1% para Bolivia este año, lo que triplica la del año pasado (5%). Esta cifra contrasta marcadamente con la tasa de inflación anual promedio durante los primeros diez años del gobierno de Morales (6,2%) e incluso los últimos tres años de su mandato, cuando descendió a 2,3% y 1,8%.
De no detenerse la escalada, se teme que en 2026 sea aún peor.
La economía boliviana también ha cambiado, convirtiéndose en importador de petróleo tras la reducción a la mitad de su producción de hidrocarburos, fuente de su éxito económico anterior. Morales concluyó su posteo llamando a retomar el camino de su modelo económico, afirmando que “sabemos cómo hacerlo”, pero que “intereses extranjeros e internos se oponen a ello”.