El acto que se llevó a caboel domingo en Plaza de Mayo para celebrar el Día de la Lealtad Peronista dejó mucha tela para cortar desde lo político, ya que pese a los rumores que circularon durante todo el día, el presidente, Alberto Fernández, no concurrió a saludar a los militantes.
Hubo varios oradores incluso que fueron muy críticos hacia su gestión, dentro del sector del kirchnerismo más duro, cercano a la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
Pero, además de este tipo de situaciones se registraron otras que involucraron a las personas que concurrieron a dar su apoyo al Gobierno y al partido.
Es que uno de los puntos que más miradas atrajo fue el monumento a Manuel Belgrano, donde se erige el mástil de la bandera argentina, en cuya base se congregan las piedras que recuerdan a las víctimas de la pandemia de coronavirus, junto fotografías e imágenes de los fallecidos y carteles con críticas a la gestión sanitaria del Gobierno.
Se trata de las piezas que fueron dejadas allí en la segunda “Marcha de las Piedras”, el 4 de septiembre pasado, luego de que las piedras de la primera marcha, que se realizó el 16 de agosto, fueron removidas por el Gobierno para construir un memorial y depositadas en el patio Belgrano de la Casa Rosada, donde todavía permanecen.
Pese a que muchos militantes se acercaron a mirar y observar con respeto, la situación se puso muy tensa cuando un grupo se subió al mástil pisoteando las piedras con los nombres de las víctimas y se puso a retirar los carteles que cuestionaban la gestión de la pandemia de parte del Gobierno o la demora en la vacunación.
Todo quedó registrado en fotos y videos que fueron subidos a redes sociales y generaron mucha indignación.
Y todo se incrementó al comprobarse que, entre las fotos vandalizadas se encontraba la de Solange Musse junto a su padre, Pablo Musse.
Su nombre trascendió y conmovió al país porque la joven, radicada en Córdoba, nunca pudo despedirse de su papá, como ella lo había pedido. Pablo Musse la había visto por última vez en marzo, antes de la pandemia, y cuando decidió viajar desde Neuquén porque el cáncer de su hija empeoraba, no pudo ingresar a Córdoba por las restricciones de circulación que regían entonces.
Solange falleció el 21 de agosto de 2020. Su padre recién pudo entrar a Córdoba días después, para ir al velatorio y al entierro.
Poco más de un mes antes, en OIivos se realizaba la fiesta de cumpleaños de la primera dama, Fabiola Yañez. Esta tarde, en la Plaza de Mayo, la foto que los muestra juntos, a Solange y Pablo, fue arrancada del memorial.
