Desde la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) publicaron este domingo un comunicado donde pidieron que prevalezca la “paz social” y repudiaron dos actos: por un lado, las amenazas radiales del comunicador kirchnerista Ezequiel Guazzora; por el otro, las imágenes difundidas por la agencia Télam.
“Adepa vuelve a llamar a la paz social y a la responsabilidad en estas horas y repudia actitudes como la de Ezequiel Guazzora, que llegó a amenazar genéricamente a periodistas con la frase ‘esta vez la sangre no va a ser la nuestra’”, señalaron desde la asociación periodística en el comunicado.
“También resulta cuestionable que un cable de la agencia Télam haya sido encabezado con una imagen de una pistola convertida en un micrófono, una identificación tan temeraria como peligrosa”, añadieron.
Adepa
Además, desde Adepa compartieron otra vez el texto difundido el pasado viernes tras el ataque contra Cristina Kirchner. “Adepa reitera el enérgico repudio emitido anoche tras el grave atentado contra la vicepresidenta de la Nación, así como la exigencia de una efectiva y diligente investigación policial y judicial que permita el esclarecimiento total y definitivo de lo ocurrido”, recordaron.
“Asimismo, Adepa reitera su condena absoluta a este y cualquier otro tipo de violencia que ensombrezca el ideal de convivencia política y diálogo ciudadano en la Argentina. La paz social y el respeto por las libertades públicas constituyen las bases de la convivencia democrática. Por eso, Adepa insta a todos los sectores de la sociedad y la dirigencia del país a empeñarse en favor de esta prioridad absoluta en las horas difíciles que vivimos”, expresaron.
“No contribuyen a la paz social, las manifestaciones de diversos dirigentes, e incluso de organismos estatales, en las que se intenta vincular, caprichosa y peligrosamente, la labor periodística con un hecho delictivo unánimemente repudiado”, añadieron.
Por último, sentenciaron: “Como sostuvo Adepa hace semanas, cuando con el pretexto de combatir discursos de odio se los promueve, apelando a la estigmatización de periodistas y medios, se está alimentando una escalada de consecuencias imprevisibles. La hora reclama responsabilidad y sabiduría, que hagan posible el diálogo dentro de un contexto de convivencia civilizado”.
