Para las autoridades económicas el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) es una herramienta eficaz que está dando muy buenos resultados y nunca frenó la producción en el país.
Desde su habilitación el 17 de octubre de 2022, el nuevo mecanismo recibió 315.589 solicitudes de las cuáles fueron 236.717 fueron autorizadas, lo que representa un 75%, de acuerdo a un relevamiento del Ministerio de Economía.
Con estos números “no hay ningún cuello de botella”, enfatizaron funcionarios vinculados con el sistema que aprueba las importaciones.
A través de un informe de gestión que va desde la creación del instrumento hasta el 28 de febrero de este año, desde el Palacio de Hacienda se rechazaron las recurrentes quejas del sector industrial acerca de las trabas que encuentran ante el pedido para la compra de insumos en el exterior.
“En muchos casos vemos que las empresas lo que buscan es sobre stockearse y entonces se sienten desprotegidos cuando en los galpones en lugar de stock para cinco meses tienen para dos”, explicaron fuentes oficiales. “En ese sentido, la brecha cambiaria es un problema”, reconocieron.
Con respecto a los reclamos añadieron que “hay casos en que las SIRA se devuelven por falta de capacidad económica financiera de la empresa solicitando y en otros porque piden insumos que se fabrican en el país y no por querer trabarlas”.
“No hay ninguna actividad económica que se haya visto afectada por las SIRA”, insisten con énfasis en el Palacio de Hacienda.
Para graficar la situación relevaron pedidos de importaciones muy por encima de lo necesario para desarrollar la actividad en una economía que proyecta un leve crecimiento para este año.
Por ejemplo, las industrias adheridas a COPAL en su conjunto solicitaron SIRA un 58% por encima del año pasado, la construcción por 54%, alimentos y bebidas en general por 51%, químicos por 28%, automotrices por 33% y maquinaria agrícola por 35%, entre otros.
“Nuestra tarea es asignar los recursos de manera eficiente y no convalidar que un sector tenga un stock parado y utilizando divisas que podrían destinarse a otro”, sostuvieron las fuentes consultadas.
De acuerdo a los datos oficiales, las 315.589 solicitudes de SIRA ingresadas al sistema corresponden a 21.885 empresas y generan una demanda de U$S 36 mil millones.
La cantidad de pedidos representa una suba de 33% frente al mismo período del año anterior y el monto es un 44% superior.
Respecto al nivel de autorizaciones es 2% mayor en cantidades y 11% en divisas.
A partir de estas cifras insistieron en la defensa del sistema: “El año 2022 fue récord de importaciones con U$S 81.500 millones. El cepo no existe”.
Del universo de empresas que presentaron SIRA el 98% son pymes y se les dio el visto bueno al 87%. El porcentaje de aprobación fue de 98% para grandes empresas y 87% para pymes.
Aún quedan pendiente de ejecución SIRA autorizadas por cerca de U$S 10.000 millones. Un SIRA aprobado tiene vigencia por 180 días.
Para los funcionarios todos los meses se incrementa la cantidad de importaciones franqueadas a partir de una mejora en los mecanismos de procesamiento: “En febrero se aprobaron un 70% más que en octubre”, recalcaron.
Los sectores que más visto bueno recibieron fueron: combustible y energía (96%), automotriz (87%), químicos (73%), electrónica (70%) y medicamentos e insumos médicos (84%), entre otros.
Entre los menos favorecidos aparecen “textiles” con 64% y la argumentación fue contundente: “Es el sector más sobre stockeado”.
Del total de empresas que presentaron SIRA el 96% requiere de divisas que saldrán del Banco Central, mientras que un 4% hará la compra con recursos propios y en estos casos el trámite es mucho más ágil. “Es un buen porcentaje el que empezó a operar con dólares propios ya que esta posibilidad entró en vigor en diciembre”, aclararon.
Acerca de las últimas encuestas que circularon de las principales cámaras empresas del país con quejas hacia el sistema, en el Palacio de Hacienda minimizan la representación de esos trabajos: “Nosotros vimos esas encuestas sobre las que responden unas 200 empresas, pero la realidad es que hay 21 mil que ya obtuvieron aprobaciones”, se defendieron.
En referencia a las denuncias sobre supuestos “gestores” que ofrecían obtener aprobaciones a cambio de dinero y que tendrían vinculaciones con la AFIP, funcionarios del organismo desmintieron que existan ese tipo de prácticas, aunque reconocieron que “no se puede hacer mucho” cuando aparecen personas que se adjudican ese tipo habilidades.
Reacción empresaria y de despachantes en Córdoba
El empresariado de Córdoba reaccionó con sorpresa ante los datos emitidos de manera extraoficial desde la cartera económica. Tanto en la Unión Industrial de Córdoba (UIC) como en la Cámara de Comercio Exterior (Cacec), consideran que en las últimas semana se vio una mayor flexibilización de las aprobaciones.
Sin embargo, faltan datos que permitan corroborar esa presunción y también profundidad en cuanto a qué sectores fueron beneficiados, con cuáles mercaderías y, sobre todo, si esto alcanza para mantener los procesos productivos.
Luis Macario, presidente de la UIC, admitió que en las últimos dos semanas “ha habido aprobaciones masivas de Sira, pero es muy difícil contar con la información completa porque el sistema tiene sus límites”, explicó.
Comentó que, si bien esa entidad y la Cacec canalizan gestiones de las empresas, no todas las firmas pasan por estos servicios de ambas instituciones. “Suele ocurrir también que las empresas nos comunican cuando están apuradas y luego, cuando salen aprobadas, no nos informan”, dijo. Esto convierte en opaca la base de datos propia.
Miguel Zonnaras, presidente de Cacec, indicó que desde la semana próxima la entidad contará con un “tablero de control” más preciso sobre las aprobaciones, con actualización quincenal. “Hoy la situación puede ser distinta (con más aprobaciones), pero no ocurría esto 15 días atrás”, indicó.
Planteó que, sin embargo, aunque a una empresa le aprueben el 75% de lo pedido, si le falta el resto, puede no poder integrar el producto. Y cuestionó los problemas para disponer de dólares oficiales.
Julieta Serena, del Centro de Despachantes de Córdoba, ratificó que es muy difícil conseguir aprobaciones de bienes finales, y las que se producen obedecen a que ya fueron pagadas con anterioridad y están arribando ahora.
“Lo que se nota en Córdoba es que se aprueban insumos para la industria automotriz y de alimentos, pero, cuando son para pymes, cuesta más, no menos de 15 días y se frena mucho mercadería terminada”, dijo.