Los datos de la ejecución fiscal de ingresos y gastos nacionales acumulados a octubre, último mes disponible, muestran un cambio en el comportamiento fiscal del Gobierno nacional desde la llegada de Sergio Massa al Ministerio de Economía.
Los primeros tres meses de gestión, de agosto a octubre inclusive, del “super Massa” mostraron un cambio de velocidades en los gastos, y en algunos de los principales tributos. La performance fue evaluada por Diego Barraud y Martina González, director y economista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Bolsa de Comercio de Córdoba.
En los ingresos, la recaudación total tuvo un comportamiento similar al que venía teniendo: pasó de crecer al 5% real en el periodo enero/julio de 2022, ciclo de Martín Guzmán, a hacerlo al 6% real en el trimestre agosto/octubre, con Massa.
Pero, hay que tener en cuenta, que el combustible de ese crecimiento fueron los ingresos extraordinarios provenientes de las retenciones sobre las exportaciones de soja, en el marco del “dólar soja”, de reciente reedición hasta fin de mes.
El Gobierno informa la recaudación, pero no el endeudamiento extra del Tesoro con el BCRA para compensar al mismo cuando le paga 230 por dólar al productor y luego lo vende a 176 a los importadores.
Otros tributos clave vinculados con la economía real, como el caso del IVA y aportes a la seguridad social, “mostraron cierta desaceleración”. La huella de la marcada caída del salario real se nota en ese tributo.
Pero, Massa cumplió en parte con los ajustes sugeridos. El gasto primario venía creciendo al ritmo del 9% real en los primeros 7 meses de este año; en los tres meses siguientes, la comparación interanual con iguales meses de 2021 muestra una caída del 6%.
La cuenta finita
¿Dónde se produjo ese ajuste? “El mayor volantazo entre ambos periodos lo tuvieron los subsidios a la energía, los planes y programas de Anses, y los gastos de funcionamiento”, indicaron los economistas.
Los subsidios energéticos crecieron 25% real (por encima de la inflación) entre enero y julio, pero luego cayeron a un 17%.
Los planes de asistencia social también se achicaron. Hasta mitad de año crecían al 31% real, pero en el trimestre agosto/octubre caen un 13%. Pueden subir, con el bono de emergencia que se paga en noviembre y diciembre.
Pero “la caída más pronunciada si se consideran los principales rubros del gasto nacional”, dijeron los analistas de la Bolsa, se dio en los gastos de funcionamiento del Estado (excepto salarios al personal), que disminuyeron un 42% real interanual desde que asumió Massa, cuando hasta su llegada el ajuste era del 4%.
Las provincias tuvieron, asimismo, un correlato, con un recorte de las transferencias de -19% real.
Otro gasto que pasó de crecimiento a caída es el de las jubilaciones y pensiones nacionales. Estas crecían al 4% real en el acumulado a julio de este año, pero entre agosto y octubre mostraron una pérdida de poder adquisitivo del 6%. Ese ítem representa dos de cada cinco pesos del gasto primario.
A moneda común de octubre (no corriente), se puede apreciar que desde la llegada de Massa, y sin incluir noviembre, el gasto primario resultó $331.400 millones más bajo que igual trimestre, pero de 2021.
Diseccionados los capítulos, en el funcionamiento de la administración se ahorraron 125 mil millones de pesos; en el pago de jubilaciones y pensiones, 120 mil millones fueron menos, incluyendo un recorte en exPami.
Ganadores
Por el lado de lo que subió, están los salarios públicos que representaron un gasto 16.000 millones de pesos y una ejecución en obra pública 168.000 millones más alta.
El Instituto hizo notar que el ajuste de Massa, “sigue sin llegar a los empleados públicos” nacionales que son quienes cuentan con “mayores ingresos y mejor dinámica salarial que el resto de la población”.
Con todo, Barraud y González arriesgaron una proyección del déficit final del año. Hasta octubre, hay un déficit primario equivalente al 1,5% del PIB. Pero, sobre todo en diciembre, la estacionalidad fiscal “muestra una aceleración de los déficits”.
“Esto pone en duda el camino hacia el cierre anual de este déficit del 2,5% del producto proyectado y comprometido para 2022″, indicaron. Si se repitiera la dinámica que trajo hasta aquí la gestión de Massa, el año concluiría con “un 3% del PIB de déficit primario, lejos de las metas pactadas”.
Esto preanuncia, más ajuste por los “meros efectos de la inflación”.
