El presidente Alberto Fernández define durante este fin de semana largo si sólo anunciará en las próximas horas el reemplazo de la renunciante ministra de Mujeres y Género, Elizabeth Gómez Alcorta, o si confirma más variantes en su gabinete.
Gómez Alcorta presentó su renuncia por sus diferencias con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, por el operativo de desalojo de los mapuches en los alrededores del lago Mascardi.
El Presidente emprendió el jueves pasado una última gestión para convencer a la primera ministra de la Mujer en la historia del país, pero Gómez Alcorta se mantuvo en su postura: su dimisión “indeclinable”.
A través de una carta pública, marcó sus diferencias con la estrategia de la Casa Rosada en el trato con los mapuches en el sur.
Todo indica que Alberto Fernández anunciaría mañana a María Perceval, segunda de Gómez Alcorta, al frente del ministerio. Ayer también se mencionó a Gabriela Cerruti, actual portavoz presidencial, como otra posible candidata para ese cargo. Ambas son dirigentes de confianza del Presidente de la Nación.
Más allá de este cambio obligado por la dimisión de la ministra, en la Casa Rosada hay distintas versiones que hablan de más cambios.
Uno que se descuenta, y que sólo hay que aguardar el momento, es el de Juan Zabaleta en el Ministerio de Desarrollo Social.
En la última reunión que mantuvo el martes pasado con el bloque Unidad Piquetera, “Juanchi” Zabaleta prácticamente habló como “un exministro”, según un dirigente cordobés que participó del encuentro.
Zabaleta es intendente de Hurlingham en uso de licencia, y volverá al municipio, por sus diferencias con quien lo reemplazó en el cargo, el camporista Damián Selci, quien responde a Máximo Kirchner.
Hay al menos tres nombres en danza para reemplazar a Zabaleta: la diputada nacional Victoria Tolosa Paz, una dirigente muy cercana al Presidente; y dos intendentes bonaerenses: Ariel Sujarchuk (Escobar), que hace poco más de un mes asumió en la secretaría de Conocimiento; y Mariano Cascallares (Almirante Brown).
Si fuera por el Presidente nombraría a Tolosa Paz, pero algunos albertistas admiten que este nombramiento caería muy mal en el cristinismo, ya que la diputada mantiene un tensa relación con La Cámpora, en la interna peronista en la ciudad de La Plata.
En este caso, alguno de los intendentes bonaerenses tendría más chances de ir al gabinete nacional.
Gabinete nacional: en la cuerda floja
El otro ministro que sigue en la mira del cristinismo es Claudio Moroni (Trabajo), un amigo personal de Alberto Fernández, quien figuraba en la lista de los “funcionarios que no funcionan”, que fines del año pasado mencionó la influyente vicepresidenta Cristina Kirchner.
El prolongado conflicto del sindicato del neumático con las empresas puso nuevamente a Moroni en el centro de las críticas de los K.
El ministro de Trabajo es un incondicional del Presidente. Habrá que ver si le suelta la mano a otro de sus amigos, como ya pasó con Marcela Losardo (Justicia); Gustavo Béliz (Secretaría de Asuntos Estratégicos) o su vocero Juan Pablo Biondi, entre otros.
Al único que retuvo fue a su mano derecha, Santiago Cafiero, quien dejó la jefatura de Gabinete, pero recaló en la Cancillería.
Aunque por ahora es sólo un rumor, en las últimas horas creció la versión de que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, podría dejar el cargo para volver a la gobernación de Tucumán. Un estrecho colaborador de uno de los ministros albertistas aseguró a La Voz que no habría que descartar la salida de Manzur, aunque no está confirmada.
No obstante, otra voz albertista le bajó los decibeles a esta versión, con más sentido común que información. “Si se va Manzur, sumado a Gómez Alcorta; ‘Juanchi’ (Zabaleta) y probablemente Moroni, ya sería una crisis profunda en el Gobierno nacional. Es cierto que Manzur hace rato que no está cómodo por el lugar que ocupa en la gestión, pero el Presidente tratará de convencerlo para que siga”, admitió la fuente oficial, con entrada diaria a la quinta de Olivos.
