El presidente Alberto Fernández se mostró el viernes con Sergio Massa, quien en el último tiempo demostró ser el eslabón garante de la unidad en el Frente de Todos (FDT), pero la crisis en el oficialismo se recalentó con nuevos episodios de críticas y reproches.
Fernández recibió al titular de la Cámara de Diputados en la residencia de Olivos y luego en su despacho de la Casa Rosada, donde la excusa formal fue revisar la marcha de los proyectos de ley que promovió el Gobierno nacional, pero el cónclave alimentó otras lecturas frente a la interna del FDT.
Massa demostró ser uno de los puntos de contacto entre Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner, quienes dejaron de hablarse por las diferencias en torno al acuerdo del FMI y a la gestión del gobierno para frenar la inflación y apuntalar la recuperación del poder adquisitivo.
Es que la foto de Alberto Fernández con Massa se produjo horas después de otra foto, en la que Massa se mostró con Cristina Kirchner para anunciar un aumento salarial de 20.000 pesos para los empleados del Poder Legislativos.
El titular de Diputados se mueve como un conciliador y por ello se encargó de mostrarse con cada uno de los protagonistas de la creciente interna en el Frente de Todos: fue quién escoltó a Cristina Kirchner en el acto del 2 de abril, para conmemorar los 40 años de la guerra de Malvinas, y aparece seguido con el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y con el diputado Máximo Kirchner.
Días atrás, en declaraciones radiales, Massa les envió un mensaje a sus socios del FdT para superar el conflicto. “Los trapitos se lavan en casa”, les recordó.
Pero la buena voluntad de los actores que tratan de calmar los ánimos en la coalición oficialista queda en un segundo plano frente a los reclamos públicos, como los de Máximo Kirchner contra el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni, o los del secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, contra el ministro de Economía, Martín Guzmán.
“A veces me da vergüenza cuando uno escucha en la televisión pelearse a dirigentes en sketch cómicos para ver quién va a meter preso a quién si corta la calle. Hay que hacerse cargo de la gestión, de la seguridad”, lanzó Máximo Kirchner al encabezar un acto el jueves en el partido bonaerense de Merlo.
Sin mencionarlo, el diputado kirchnerista apuntó contra Berni, quien se sumó a las voces que piden ponerles fin a los cortes de calle y se jactó de haber sido él quien detuvo al dirigente social Juan Grabois.
La crisis oficialista también tuvo en las últimas horas otro episodio dentro del gobierno nacional: es que Feletti le exigió públicamente a Guzmán que presente un plan de acción contra la inflación.
“Estamos en un mundo muy difícil y el ministerio de Economía tiene que bajar líneas claras de política económica que reduzcan la volatilidad y preserven ingresos populares, si no esto se va poner feo”, alertó Feletti en declaraciones a Radio Con Vos.
El secretario de Comercio hasta planteó que se debe volver a discutir el acuerdo con el FMI, que tanto cuestionó el kirchnerismo. “Me parece que el Fondo tiene que entender la necesidad de estabilización de la economía desde el sector externo. “Si no qué vas a hacer, un ajuste monetario y fiscal”, desafió.
Guzmán aprovechó su visita oficial en Brasil para desestimar los cuestionamientos kirchneristas. Durante un encuentro con empresarios destacó que la “recuperación del 2021 fue muy fuerte”, “los indicadores sociales mejoraron”, “la inversión creció significativamente” y que “el país está atravesando una consolidación fiscal”.
Además, resaltó que el acuerdo con el FMI permitió aumentar las reservas internacionales del Banco Central. “Hay una mayor previsibilidad para la dinámica externa en el futuro”, destacó el ministro durante un encuentro con empresarios de ese país”, afirmó.
Y reiteró que “la inflación es una de las prioridades de la política económica”.
