Aldo Rico, el excarapintada de 82 años, sufrió un accidente doméstico en su domicilio del partido bonaerense de San Miguel, lo que resultó en una fractura de cadera y requirió una intervención quirúrgica.
El exmilitar fue sometido a una operación en el Hospital Militar de Campo de Mayo, según confirmó su entorno.
Detalles de la intervención y la recuperación
El episodio ocurrió específicamente el martes 16 de septiembre. Su esposa, Marisa Guilanea, quien también es esposa del exintendente de San Miguel, confirmó a Clarín que Rico “tuvo una caída en casa y se fracturó la cadera derecha”. La intervención, realizada en el Hospital de Campo de Mayo, resultó en la colocación de una prótesis.
Tras el procedimiento, el exmilitar se encuentra recuperándose “favorablemente” en su hogar en San Miguel. Guilanea se mostró confiada en su evolución, destacando que él “es un hombre fuerte” y que esperan su progreso día a día.
El contexto político de la figura militar
Aldo Rico es una figura reconocida por liderar los levantamientos contra el sistema democrático que se produjeron en los años 1987 y 1988. Además de su pasado militar como veterano de la Guerra de Malvinas, Rico desarrolló una carrera política bajo la bandera del Movimiento por la Dignidad y la Independencia (Modin). Con este partido, gobernó San Miguel como intendente entre 1997 y 2003, y posteriormente sirvió como concejal de 2009 a 2013.
Su aparición pública más reciente tuvo lugar en julio de 2022, durante la presidencia de Alberto Fernández. En ese momento, Rico difundió un video en el que llamó a sus “camaradas” a organizarse y convocó a alzarse contra la Constitución, expresando la máxima de que “cuando la patria está en peligro, todo es lícito”.
En dicha grabación, el excarapintada cuestionó la conducción del Ministerio de Defensa, que en ese momento estaba a cargo de Jorge Taiana (actualmente candidato a diputado nacional por Fuerza Patria). Rico afirmó que la República se encontraba en una anarquía y que el país estaba siendo arrastrado “hacia Venezuela, hacia Irán, hacia Cuba” por un grupo de personas. También instó a sus colegas de Malvinas a prepararse ante una posible profundización de las situaciones de violencia.
Estas declaraciones tuvieron consecuencias legales, pues le valieron una denuncia penal por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, que entonces era dirigida por Horacio Pietragalla Corti. El gobierno de Fernández solicitó a la justicia federal investigar las palabras de Rico por la posible comisión del delito de amenaza pública e idónea contra las autoridades democráticamente elegidas. Este delito podría haber acarreado una pena de hasta cuatro años de prisión.