La Cámara de Industriales Metalúrgicos y de Componentes de Córdoba (CIMCC) y la Cámara Argentina Aeronáutica y Espacial (CArAE) expresaron su preocupación por la situación que atraviesan las Pyme proveedoras de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), la mayoría de ellas cordobesas.
Se trata de unas 800 fuentes de trabajo en riesgo, concentradas en empresas metalúrgicas de mecanizado que dependen de la actividad de la planta ubicada en Córdoba.
Según los datos relevados por el sector, al 3 de septiembre de 2025 Fadea mantiene una deuda con proveedores que asciende a U$S 20 millones, de los cuales U$S 1 millón corresponde a firmas cordobesas.
La planta opera actualmente al 30% de su capacidad y desde mayo aplica suspensiones masivas de personal los lunes y viernes, esquema que la semana pasada fue prorrogado por otros 90 días.
El cuadro se agrava porque los principales programas productivos están detenidos. El Pampa IA-63 permanece sin avances, el proyecto Malvina IA-100 no registra ventas confirmadas y solo se sostiene el vínculo con Embraer por el KC-390.
Sin embargo, en este último caso Fadea cumple menos del 40% de las entregas mensuales comprometidas, lo que impacta directamente en los pagos a los subproveedores cordobeses.
La expectativa del sector está puesta en la firma de contratos con el Ministerio de Defensa y la Fuerza Aérea, demorados desde junio.
Estos convenios representan el 80% de la facturación de Fadea y contemplan la provisión de tres nuevos aviones Pampa III, la modernización de seis Pampa II y la inspección de tres Hércules C-130.
El monto total supera los U$S 112 millones y su ejecución permitiría reactivar la planta y normalizar la cadena de pagos.
La importancia de Fadea
Ante la falta de definiciones, los empresarios solicitaron una reunión al Gobierno de Córdoba para plantear alternativas y pedir respaldo político. “Sin Fadea sería imposible vender los productos aeronáuticos de la industria cordobesa al mundo”, advierten desde el sector.
Las cámaras empresarias remarcan que la reactivación de la fábrica no solo estabilizaría a los proveedores actuales, sino que abriría la puerta a proyectos con fuerte proyección internacional.
Entre ellos, el Pampa IA-63, con interés firme en varios países de la región; el desarrollo de aeropartes para el D-328 de AKAER, que ya cuenta con órdenes de compra; y el crecimiento del programa KC-390 de Embraer.
La incertidumbre, las deudas acumuladas y la parálisis de contratos estratégicos configuran un escenario crítico. Para las PyMEs metalúrgicas de Córdoba, el futuro inmediato de la fábrica será determinante no solo para preservar el empleo, sino también para mantener vivas las oportunidades de inserción internacional de la industria aeronáutica local.