En su primera apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, el intendente de Córdoba, Daniel Passerini, aprovechó este viernes para descargar los cuestionamientos al Gobierno nacional por el recorte en los subsidios al transporte y el no envío del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid). En la misma línea que el gobernador Martín Llaryora, recalcó que el diálogo está abierto, aunque no cesará en los planteos, los que podrían derivar en una presentación judicial.
El acto de apertura de sesiones se desarrolló en el salón principal del Parque Educativo Este, de barrio Campo de la Ribera, a pocos metros del río Suquía y del consultorio médico donde Passerini atiende desde hace ocho años, cuando comenzó a colaborar con la obra del padre Mariano Oberlín.
Por esto, su llegada y así como su salida del salón fueron también un reencuentro con algunos vecinos que ya lo conocían y que se le acercaron con saludos y sugerencias para este sector de la ciudad.
Desde el atril, Passerini siguió su discurso de varias páginas con 10 ítems principales, el que salteó en varias oportunidades cada vez que reforzó los cuestionamientos al Gobierno nacional, y subrayó el cuadro de situación de la Municipalidad, con una deuda en el exterior y un vencimiento a pagar para el 31 de este mes. Fue en estas instancias del discurso en las que detalló cómo impactará la compleja situación macroeconómica y cómo arbitrará el municipio los medios para darle continuidad a la obra.
Sobre esto último dedicó varios pasajes a su antecesor, hoy gobernador, en la continuidad de políticas en ambiente, en sumar obras en la red de agua potable, luminarias y aliviadores cloacas, aunque puso el acento en lo que será su apuesta: una guardia urbana bajo la adhesión de la ley provincial de seguridad y trabajos comunitarios apuntados a la salud, sobre todo en la atención primaria y en salud mental, algo poco profundizado en gestiones anteriores. Además de políticas de integración y de género.
“Pensábamos que podíamos estar en un camino de superación de las divisiones y que se terminaba la grieta, que tanto daño nos había hecho, pero viene siendo lo contrario, se profundiza la brecha entre el federalismo y el centralismo. El Gobierno nacional está tomando medidas que afectan a los cordobeses, en realidad están afectando a todos los argentinos, sobre todo, a los argentinos del interior”, aseguró en el primer tramo de su discurso.
“Con el fondo compensador para el transporte público están manteniendo esos privilegios para el área metropolitana de manera descarada e injusta. Veníamos dando la lucha, ya injusta con el gobierno anterior, para que la introducción de los subsidios fuera la adecuada... No vamos en dudar ir a la Justicia para defender los intereses de los cordobeses”, insistió el intendente ante el aplauso de acompañamiento de sus funcionarios y de los concejales oficialistas.
En la primera fila también lo acompañó la vicegobernadora Myrian Prunotto, en representación del Gobierno provincial.
Diferencias con la Nación
Ya en un tono aún más vehemente y sin seguir su discurso en papel, Passerini aseguró: “Hay injusticias, ataques al gobernador, discriminación y maltrato. No voy a dejar de pelear por cuidar a Córdoba. No nos van a pasar por arriba”.
Fue en ese marco que puso el acento, como en buena parte de su intervención, en resaltar la compleja situación que se atraviesa.
“Somos conscientes que estamos viviendo un momento complejo”, expresó el intendente, al mismo tiempo que resaltó la complejidad de las cuentas municipales al afrontar una deuda externa, con vencimientos a cortísimo plazo.
Sobre esto detalló que buscará evitar que el municipio entre en default. Incluso tras su discurso desde un atril, y en una rueda de prensa, luego, volvió sobre las últimas tratativas del municipio para hacer frente a los compromisos tomados en la gestión del radical Ramón Javier Mestre por 153 millones de dólares, que en este primer tramo implicarán un vencimiento de 25 millones de dólares.
“En el momento más duro, cuando la coparticipación cae por la detracción que hace el Gobierno nacional de los recursos que le corresponden a las provincias y los municipios, nosotros tenemos un compromiso y una obligación que vamos a cumplir. Estamos haciendo todo el esfuerzo económico, financiero, de austeridad y de manejo de las cuentas para poder afrontar de manera inteligente y con una financiación ordenada y posible para que la Municipalidad de Córdoba no caiga en default. No vamos a permitir esa vergüenza”, expresó Passerini en una de sus afirmaciones más contundentes.
También se refirió al servicio de transporte urbano, a días de un aumento del boleto a 700 pesos, tras la quita de subsidios; y a horas de la salida de la empresa Ersa y el traspaso de las líneas en manos de la estatal Tamse y de Coniferal.
“Vamos a mejorar la prestación. Los vecinos no deben verse perjudicados por esta situación. Por el contrario, estamos trabajando para que tengamos mejores frecuencias, vehículos en mejores condiciones y que viajen más seguros. Vamos a hacer el esfuerzo, todos los cordobeses, para poder generar las inversiones”, aseguró.
También planteó su decisión política de reforzar las políticas de Estado. “No son estas malas palabras, aunque han sido bastardeadas y hoy hasta con intentos de generar la destrucción directa de estas herramientas fundamentales para la democracia”, dijo, en referencia al Gobierno de Milei. Y reforzó tres palabras que definirán su gestión. “Conectar, integrar y humanizar: las claves para hacer de Córdoba la ciudad que nos merecemos”, repitió al comienzo y casi al final de su discurso.