En el primer año de gestión del presidente Javier Milei, Argentina no ha logrado avanzar en la lucha contra la corrupción, manteniéndose con el mismo puntaje del último año de Alberto Fernández en el ranking de Transparencia Internacional (TI). En 2024, Argentina obtuvo 37 puntos sobre 100 en el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), lejos del ideal de transparencia.
Un estancamiento a nivel global
A escala mundial, Argentina se ubica en el puesto 99 entre 180 países, junto a Etiopía, Indonesia, Lesoto y Marruecos. Este estancamiento se da en un contexto global donde más de dos tercios de las naciones evaluadas presentan una calificación inferior a 50 puntos, con un promedio global estancado en 43 puntos. Dinamarca lidera el ranking con 90 puntos, mientras que países en situación de fragilidad y conflictos como Sudán del Sur, Somalia y Venezuela obtienen las puntuaciones más bajas.
Retrocesos y esfuerzos previos
El mejor desempeño de Argentina se observó en 2019, durante la presidencia de Mauricio Macri, con 45 puntos. Sin embargo, tras ese mandato, el país evidenció un retroceso, con una caída de 8 puntos en el IPC. La administración de Alberto Fernández no logró mantener las mejoras heredadas, revirtiendo parte del progreso alcanzado. La peor performance histórica del país fue en 2015, con 32 puntos.
La opinión de los expertos
Martín D’Alessandro, presidente de Poder Ciudadano, señala que la corrupción es un problema endémico en Argentina, extendiéndose a toda la política y la vida empresarial. Pablo Secchi, director ejecutivo de Poder Ciudadano, remarca que el gobierno argentino ha mostrado retrocesos en el acceso a la información pública y la transparencia desde que asumió Javier Milei.
Marcelo Bermolén, director del Observatorio de la Calidad Institucional de la Escuela de Gobierno de la Universidad Austral, analiza los desempeños de cada gobierno desde 2012, a partir de los resultados del Índice de Percepción de la Corrupción 2024. Bermolén indica que el puntaje de Javier Milei (37 puntos) es similar al obtenido por Cristina Fernández de Kirchner en su segundo mandato (35 puntos).
“Argentina vuelve a ser aplazada en la lucha contra la corrupción, paradójicamente bajo la administración de un gobierno que prometió ser diferente. El Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) elaborado por Transparencia Internacional (TI) que lidera Dinamarca con 90/100, evidencia que la batalla contra ese flagelo ha mostrado nulos progresos durante el primer año de gestión del presidente Javier Milei, a punto tal que no sólo iguala el pésimo indicador del último año de la gestión del ex presidente Alberto Fernández (IPC 2023), de apenas 37/100, sino que desciende un lugar al puesto 99° (entre 180 países) porque otros mejoran”, dijo Bermolén.
Además añade: “El país se mantiene así en el fondo de la tabla de posiciones, entre el pelotón de los países latinoamericanos más relegados, aunque ligeramente mejor que otros que acentuaron la caída de su puntuación, como Brasil 34/100 (-2), Ecuador 32/100 (-2), Perú 31/100 (-2), Bolivia 28/100 (-1), México 26/100 (-5) -constituyendo la mayor caída-, Paraguay 24/100 (-4) -la segunda mayor caída- y Venezuela que cierra el lote con apenas 10/100 (-3)”.
“Sin embargo, la Argentina se ubica muy por debajo de los líderes indiscutibles de la transparencia sudamericana que siguen siendo Uruguay que avanza 3 puntos con un marcador de 76/100 y trepa al puesto 13°/180 y Chile que desciende 3 puntos con un score de 63/100 pero aún dentro de una buena actuación ocupa el sitio 32°/180″.
Bermolén destaca que el expresidente Mauricio Macri “fue el único mandatario que elevó las marcas del indicador de Transparencia internacional, año tras año, hasta mejorar 13 puntos en su periodo central de gobierno (2016-2019) desde los 32/100 de puntuación heredados de Cristina Fernández de Kirchner, a los 45/100 con que cerrara su gestión (el más alto de la serie). En su mandato la Argentina escaló del puesto 106° al 66° subiendo 40 lugares, obteniendo un modesto aprobado”.
Los problemas de la administración Milei
Bermolén añade: “Entre las claves del estancamiento de la lucha contra la corrupción, bajo la nueva conducción de Milei, resaltan las restricciones impuestas a la Ley 27.275 de acceso a la información pública (y a su decreto reglamentario) establecidas por el decreto 780/2024, que incorpora numerosas excepciones al principio general de máxima publicidad, las que por su amplitud y generalidad podrían facilitar a los funcionarios incumplir con su obligación de proveer información. Esta peligrosa regulación sucede -llamativamente- en medio de un gobierno que se jacta de blandir la bandera de la desregulación. En palabras de Transparencia Internacional: “Las crecientes restricciones a la información y participación pública son uno de los obstáculos más importantes en toda la región. En Argentina, un nuevo decreto definió los conceptos de información pública y privada, limitando el acceso de la gente a la información, mientras que la cantidad y calidad de las respuestas del poder ejecutivo a las solicitudes de información disminuyó”.
Corrupción y cambio climático
La edición 2024 del IPC puso foco en la vinculación entre corrupción y cambio climático. Transparencia Internacional advierte que la corrupción pone en peligro los fondos climáticos vitales y obstruye la puesta en marcha de acciones climáticas efectivas. Los países que sufren los peores efectos de la crisis climática obtienen las puntuaciones más bajas en el IPC.
¿Cómo se mide la corrupción?
El IPC mide la corrupción dentro del sector público, utilizando una metodología que combina encuestas y evaluaciones de diversas instituciones internacionales. El índice evalúa a 180 países y territorios, atribuyendo un puntaje de cero a 100. Para Argentina, se utilizan fuentes como el Índice de Transformación de la Fundación Bertelsmann, las Calificaciones de Riesgo País de Global Insight y el Anuario de Competitividad Mundial del International Institute for Management Development (IMD). Los datos captan aspectos como sobornos, desvío de fondos públicos y la capacidad de los gobiernos para contener la corrupción.
Desafíos y advertencias
El análisis de los datos del IPC 2024 revela que Argentina carece de una política pública anticorrupción clara y eficaz. Se destaca el desdibujado rol de la Oficina Anticorrupción (OA), que no muestra independencia ni neutralidad. Además, se advierte sobre las restricciones impuestas a la Ley de acceso a la información pública. Las tendencias evidenciadas por el gobierno de Javier Milei imponen advertencias para el 2025, ante un posible deterioro institucional